Qué bien que se haya anunciado, mediante declaraciones del Dr. Wilbert Mercado, presidente de la ODECMA de la Corte Superior de Justicia de Loreto, la reactivación del Comité Anticorrupción con la participación de la representación civil, asociada en los diferentes colegios profesionales, organizaciones de producción, sindicatos, instituciones, universidades, y cómo no, la persona que quiera ejercer ciudadanía, en un tema tan complejo y peligroso como es la lucha contra la corrupción, enquistada hasta en los más recónditos lugares con representaciones públicas donde se dan actos delictivos contra el patrimonio.
La participación activa de estas representaciones tiene por objetivo hacer una agenda con temas específicos.
Lo importante de todo esto es la participación de la sociedad, de la colectividad en pleno y que no sólo sea el Poder Judicial el que cargue sobre sus hombros la responsabilidad de denunciar los hechos de corrupción que se dan todos los días en la administración pública.
Cuando la sociedad civil organizada ejerza su derecho a la denuncia, la justicia será más diáfana, más transparente, más justa, porque la ciudadanía está en el ejercicio del derecho.
No hay pueblo mejor organizado que aquel donde su gente ejerza sus derechos ciudadanos y cumpla con sus deberes, que no atropelle sus leyes, que respete a sus conciudadanos, que respete a la autoridad establecida, pero que no tema en ir a la justicia a denunciar todo aquello que constituya corrupción, porque eso corroe los cimientos del Estado, que puede llevar a su autodestrucción moral, lo que le convertirá en fácil presa de quienes están al acecho de hacerse de nuestras riquezas, de todo lo que como pueblo nacido en sus entrañas, debemos cuidar para herencia de quienes nos sucederán.





