•Por presunto caso de corrupción.
En un hecho que ha generado indignación y preocupación, el pasado 6 de diciembre de 2024, día del aniversario de la Policía Nacional del Perú (PNP), dos efectivos policiales fueron detenidos en Iquitos por presuntos actos de corrupción. La intervención fue realizada por la Unidad de Anticorrupción de la PNP, encabezada por el Capitán Aldo Díaz Zulueta, en coordinación con la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Loreto, a cargo del fiscal Michael Peralta Chota.
Los suboficiales Pedro Wilfredo Ayala Cabanillas (de segunda) y Deiby Jaries Piña Díaz (de tercera) fueron señalados por un ciudadano intervenido, quien denunció que ambos agentes le exigieron un soborno de 300 soles y un reloj para evitar ser procesado por presunto microcomercialización de droga (marihuana).
Según la denuncia, el hecho ocurrió en plena vía pública alrededor de las 10:45 a.m., mientras los policías realizaban un patrullaje motorizado. Tras recibir la acusación, personal de la Unidad de Anticorrupción intervino de inmediato a los agentes implicados. Ambos permanecen detenidos bajo investigación preliminar por un plazo de 72 horas, mientras se realizan las diligencias necesarias para esclarecer lo ocurrido.
El caso ha generado una profunda reflexión entre las autoridades locales y la ciudadanía, especialmente al tratarse de un día emblemático en el que la PNP celebra su compromiso con la seguridad y la justicia.
“Es lamentable que en una fecha tan significativa se presenten estos hechos que empañan la imagen de la institución. No podemos permitir que actos de corrupción manchen el esfuerzo de miles de policías que trabajan con honestidad y sacrificio,” expresó el jefe de la Región Policial Loreto.
Por su parte, la Fiscalía ha asegurado que se realizarán investigaciones exhaustivas y se aplicarán las sanciones correspondientes de confirmarse los actos ilícitos.
Este hecho señala la necesidad urgente de reforzar los controles internos en la PNP, así como de fomentar valores éticos y un compromiso real con la legalidad. Mientras tanto, la ciudadanía exige que las autoridades actúen con firmeza para sancionar cualquier conducta indebida, con el fin de recuperar la confianza en una institución clave para el orden y la seguridad del país.
La situación también plantea interrogantes sobre los desafíos estructurales que enfrenta la PNP para combatir la corrupción en sus filas y consolidar una cultura de integridad.
En medio de las celebraciones por su aniversario, la PNP se enfrenta a un caso que pone a prueba su capacidad para actuar con transparencia y firmeza. Este hecho no solo afecta su imagen, sino también la confianza de la población en una institución que debe ser el principal bastión contra el delito y la injusticia.
(C. Ampuero)