- Especialistas evaluaron cuatro puntos en Cabo Pantoja y no hallaron indicios visibles de contaminación en territorio peruano.
La Autoridad Nacional del Agua (ANA), entidad adscrita al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), realizó un monitoreo preventivo de la calidad del agua superficial del río Napo, tras el derrame de hidrocarburos ocurrido recientemente en el río Payamino, afluente ubicado en territorio ecuatoriano que desemboca en la frontera norte del Perú. El objetivo fue detectar posibles alteraciones en el recurso hídrico antes de su llegada al tramo peruano.
Las acciones estuvieron a cargo de especialistas de la Administración Local de Agua Iquitos, quienes se desplazaron hasta la localidad de Cabo Pantoja, en el distrito de Torres Causana, provincia de Maynas. En esa zona se efectuó una inspección directa para identificar eventuales trazas de hidrocarburos o residuos asociados al derrame. Durante esta primera verificación no se observaron señales visibles que comprometieran la calidad del agua en el sector evaluado.
Como parte del procedimiento técnico, el equipo aplicó el Protocolo Nacional de Intervención en Casos de Emergencia Ambiental que Afectan la Calidad de los Recursos Hídricos, aprobado mediante la Resolución Jefatural N° 156-2018-ANA. Bajo esta directiva, se seleccionaron cuatro puntos estratégicos para la toma de muestras, priorizando sectores vulnerables ante un eventual arrastre de contaminantes desde la cuenca alta.
Los especialistas recogieron muestras destinadas a evaluar parámetros clave como Hidrocarburos Totales de Petróleo (TPH), aceites y grasas, sólidos totales en suspensión (STS) y metales totales. Estos indicadores permitirán determinar si la columna de agua presenta variaciones que excedan los Estándares de Calidad Ambiental (ECA) establecidos para cuerpos de agua amazónicos.
El material recolectado fue enviado al laboratorio SGS del Perú S.A.C., entidad acreditada por el Instituto Nacional de Calidad (Inacal). Una vez obtenidos, los resultados permitirán interpretar de manera precisa si existe afectación real en la cuenca y si deben activarse medidas adicionales de vigilancia o remediación ambiental por parte de las autoridades competentes.
La ANA informó que mantiene activo su sistema de alerta y coordinación con instituciones locales, regionales y nacionales, así como con las comunidades asentadas en la ribera del Napo. El objetivo es garantizar información oportuna ante cualquier cambio que pueda poner en riesgo el ecosistema hídrico o las actividades de las poblaciones ribereñas que dependen directamente del recurso.
Finalmente, la institución reiteró que estos monitoreos forman parte del trabajo permanente de supervisión ambiental que se desarrolla en la Amazonía peruana, especialmente en cuencas fronterizas expuestas a riesgos de contaminación transfronteriza. La ANA señaló que continuará evaluando el río Napo hasta contar con resultados concluyentes sobre el impacto del derrame originado en Ecuador. (K. Rodriguez)





