Aguas subterráneas

Hace muchos años en nuestra ciudad de Iquitos que los pozos dentro de las viviendas eran lo más común. Por más que ya había el servicio de agua potable, dichos pozos seguían vigentes, sobre todo cuando cortaban el agua de la empresa potabilizadora, los vecinos hacían cola en las casas donde todavía estaban los pozos.
Esta figura ha cambiado y muchas familias en la ciudad tienen ahora los llamados pozos artesianos (perforaciones al sub suelo), con tanque alto, su motorcito, y listo, se tiene agua las 24 horas del día. Aunque siguen conectados al sistema de la empresa pública del agua. Se sabe también de quienes se desconectan del servicio público del líquido vital.
Esta idea que no es nueva, sino, que se ha perfeccionado, y que en las poblaciones rurales y nativas, sigue vigente con mayor razón (para no estar acarreando agua desde el río por la distancia), ha ido en aumento y se están abaratando los costos para lograr instalarlo en casa.
Al parecer, está tendencia y la crisis del agua que se viven en otros lugares del país y del mundo, ha hecho pensar a nuestras autoridades en regular este uso del agua del subsuelo, que se gestione y se monitoree, a través de las Entidades Prestadoras de Servicios de Saneamiento – EPS. En nuestro caso EPS Loreto. Y entidades como Sunass y ANA han expresado su conformidad en el marco de cautelar y conservar los recursos hídricos.
Es correcto que se piense en esta regulación, pero, obviamente que se darán las clasificaciones del uso y se considerarán los fines. Por qué decimos esto. Es que una cosa es que tengamos un pozo para actividades domésticas y otra para actividades comerciales e industriales. Desde ya se debe marcar la gran diferencia y establecer desde el inicio el equilibrio en este tema que se torna de carácter social y comercial, en uso del agua subterránea, también.