Agua eterna

Los servicios básicos de agua, desagüe, tratamiento y energía eléctrica, es lo que todo pueblo pequeño, grande o ciudad, necesita para la buena salud de sus habitantes, así como para garantizar un desarrollo sostenible en los diferentes rubros locales, así como mejora la calidad de vida.
Desde hace siglos esto es más que evidente, pero hasta ahora no es una realidad para millones de peruanos que esperan contar primero con el agua potable o apta para el consumo humano en sus jurisdicciones.
Y quizás sería motivo de escándalo si tuviéramos autoridades que cumplan con sus funciones desde la perspectiva de mejorar la calidad de vida de los habitantes peruanos, y que el tener agua sea una prioridad que se haga realidad y no quede en los papeles.
Hace unas horas, a este tema se ha referido la ministra de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Hania Pérez de Cuéllar, quien declaró al Diario El Peruano, que se han dado medidas para llevar agua potable a más peruanos.
Atención a lo que señaló la Ministra, agua para más peruanos, no a todos, eso no parece ser la meta. Lo que nos parece una aberración y una posición muy cómoda para los que sí gozamos del servicio, y si tan solo nos pondríamos en el lugar de quienes no lo tienen, tal vez se preocuparían por hacer normas más justas.
La Titular se refiere tanto el Decreto Legislativo 1620 que busca modificar el Decreto Legislativo 1280, que era la norma que regulaba el sector, y la Ley de Acceso Universal al Agua (LAU), que son dos reformas estructurales asociadas, son diferentes, pero se complementan. Las normativas están en manos de los que deciden, de las autoridades que están actualmente en el poder, ya son los técnicos quienes las adecúan. Todos los peruanos que faltan gozar del servicio tendrían que ser prioridad.