La fuerte crecida de los ríos que viene afectando a las zonas inundables donde hay viviendas, en el caso específico de Iquitos, además de los perjuicios a sus cosas materiales, lo más grave es que viene cobrando varias vidas por ahogamiento de niños pequeños que por supuesto deja devastada a sus familiares.
Este fenómeno de la creciente fuera de lo normal tiene una última referencia del año 2012 con similar medida del nivel de los ríos, y que este año durante este mes de mayo y junio seguirán aumentando su caudal, para luego descender, por lo que podría ir más distante de los niveles alcanzados hace 13 años.
Se evidencia una vez más que los diseños constructivos en las zonas inundables donde se ubican viviendas familiares, no brindan las garantías de seguridad especialmente para los niños pequeños que gustan de moverse de un lado a otro, sin medir las consecuencias.
Es necesario que se puedan ofrecer modelos arquitectónicos con los materiales regionales que suelen utilizar las personas de bajos recursos, para que sus viviendas sean más seguras para sus hijos y para todos los que habitan en las casas, en general. Como puede ser incluir barandas, puertas con mallas, etc.
Tiene que darse desde una idea preventiva, estamos viendo que después de más de una década se ha presentado otra vez creciente fuerte, y es el tiempo más que suficiente que pudieron invertir en realizar arreglos por sus viviendas por el tema de seguridad.
Quizás, el colegio de profesionales en arquitectura en el marco de la proyección a la comunidad, podrían alcanzar algunas sugerencias a través de las municipalidades distritales de donde se ubican las zonas inundables que han sido habitadas. Si bien el levantamiento de rasante es parte de la alternativa, en todas las zonas parece no podrá aplicarse.
Además, se tienen que considerar un modelo de veredas que podrían amenguar la necesidad de puentes, además replantear la altura del piso de las casas, de modo que el agua no los vuelva a rebasar, obligándoles a abandonar su hogar temporalmente. Tenemos que clarificarnos que elegir vivir en una zona inundable por equis razones, implica asumir la responsabilidad de armonizar con la naturaleza y sus efectos climáticos, como lo hacían muy bien nuestros ancestros. Donde también los gobernantes tienen su cuota de responsabilidad en este proceso de adaptaciones.
Adaptarnos al clima
