En Loreto tenemos en pendiente una larga lista de proyectos emblemáticos que han quedado truncados en el paso del tiempo por intereses políticos con grupos empresariales que no permiten el despegue de las regiones del país, y acaparan los negocios.
Este acaparamiento no se da porque estas empresas vinculadas al control del poder económico centralista se irían a la quiebra, no para nada, es solamente por la angurria y la mezquindad de seguir viendo crecer sus millones y millones en custodia en bancos, inclusive de su propiedad.
En un sistema democrático se respeta el crecimiento del privado sea o no en alianzas legales con el sector público, pero la democracia que tenemos está disfrazada y es una dictadura del poder político oculto y el descaro del poder económico con leyes a su favor en contra de los intereses nacionales.
Por eso es importante estar atentos a anuncios como el que ha dado el Ejecutivo, referido a que ha preparado un paquete de mejora de la gestión y de aceleración de proyectos emblemáticos para la reactivación de las economías regionales.
Así, como mencionábamos líneas arriba en Loreto tenemos varios proyectos emblemáticos que se han quedado en eso, en proyectos, y que, a pesar de haber estudios favorables, las “fuerzas oscuras” en contra del desarrollo equilibrado del país, las hacen truncarse, como tantas trabas que han ideado para el cumplimiento de leyes favorables al desarrollo de las regiones.
Una de esos proyectos es la Hidroeléctrica de Mazán, que además de brindar la energía suficiente hasta para el avance de la industria, se podría hasta vender a naciones fronterizas, pero, nos han metido a la cabeza que la interconexión eléctrica con el Mantaro es la mejor opción, solo para alargar el tiempo y enfriar o casi archivar el proyecto mazanino.
Entonces, el anuncio del Gobierno habla de la reactivación de las deprimidas economías regionales, para que todos los peruanos y peruanas reciban servicios de calidad, que respondan adecuadamente a sus necesidades y expectativas, sin importar el lugar en donde se encuentren.
Sin embargo, en lugar de invertir en la universidad pública con libre acceso, que obviamente con su debida reglamentación, la tendencia es que nuevamente las universidades “privadas” vuelvan a hacer de las suyas abusando del poco control para operar en contra de la calidad educativa, y más centrados en sus ganancias monetarias. Son contradicciones que cada vez más se cuestiona y se exige transparencia, así como acabar con la corrupción que está hundiendo al país en general.

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