- Dice la abogada Carmen del Rocío Catunta Alva, gerente de acondicionamiento territorial de la municipalidad de Maynas.
Declaró la mencionada funcionaria debido a muchas críticas hechas por la eliminación de ambientes en diversas calles de Iquitos donde prácticamente los negocios se habían apoderado de las veredas, jardines y hasta de las cunetas. Ayer en la tarde procedieron a sacar varios toldos ubicados por la calle Atahualpa.
“Existe el marco normativo que establece que los espacios públicos se deben respetar. Existe la norma que indica que pueden hacer para protegerse de los efectos climáticos los toldos rebatibles. Eso está aprobado.
Lo que entendemos ahora es que la población, por desconocimiento en su mayoría, colocan esas ramazones sostenidos por postes de madera, tubos con cemento y barrotes de fierro, pero esas armazones invaden la vía pública, la vereda, el área verde y hasta las cunetas. Todos estos armazones en un 80%, no solo van contra el ornato de la ciudad, sino también que exponen la vida y la salud de las personas, de los transeúntes.
Hay conexiones eléctricas expuestas y para las personas con discapacidad que tienen que cruzar por esas veredas se les dificulta doblemente el pase. A través del control urbano se tiene que poner orden, hay que hacer efectiva la fiscalización urbana. Es una norma que siempre han tenido las municipalidades, los distritos también deben velar por el control urbano.
El derecho que las personas tienen de transitar por estos espacios públicos, no puede ser vejado porque a las personas se les ocurre invadir las veredas y las áreas verdes, pensando que son de su propiedad”, mencionó la gerente.
¿Quizá hay la creencia que siguen valiendo los decretos de urgencia de la época del Covid donde podían atender en la vía pública para evitar los contagios?
-Hubo los decretos de urgencia, pero por periodos. Ya en la actualidad no estamos bajo esos decretos, ya caducaron, se terminaron. Ahora se realizan las actividades de acuerdo a la Ley en torno al uso de la vía pública.
Estamos implementando un control urbano, fiscalizando, vamos al rescate de Iquitos porque finalmente Iquitos vive del turismo sostenible, moderno. El control urbano no fue eficaz en gestiones pasadas, por lo que ahora sí lo estamos haciendo, pero no de manera dictatorial sino en concordancia con la normativa.
Primero se les ha notificado a las personas que tienen esos negocios. Tomamos precauciones cuando sacamos los materiales, luego les devolvemos a los propietarios. Se les da una alternativa a la población, lo que se pretende es regular, estandarizar los toldos, se permite los empotrados, las calaminas, pero con ciertas dimensiones, con paletas de colores estándares para que haya un diseño urbano, con uniformidad.
Algo bueno, al fin, nadie puede apoderarse de la via publica, en algunas ciudades se da autorizacion a restaurantes bajo ciertas condiciones, pero tienen que pagar un alquiler,