La pandemia del COVID-19 ha afectado nuestras vidas cotidianas y las desigualdades se magnifican. Para muchas mujeres, los efectos financieros de la pandemia se agudizan por la continua desigualdad de género en el hogar y por ende su reflejo en la sociedad.
En general, las mujeres hacen la mayor parte de las tareas domésticas y de cuidados no remunerados. En las relaciones heterosexuales, las mujeres pasan mucho más tiempo cuidando niños y haciendo los quehaceres domésticos que sus parejas varones. Este tiempo adicional que dedican al trabajo doméstico es una de las razones principales de las brechas de género en la remuneración y en los ascensos en el trabajo.
Cuando perpetuamos los estereotipos de género y no reflexionamos sobre los comportamientos que pueden ser dañinos, corremos el riesgo de crear comunidades que no son seguras. Las actitudes que implican desigualdad de género se encuentran entre los factores principalmente asociados a la perpetración de violencia interpersonal. Las personas que se rigen por las normas tradicionales de función de género o creen que las mujeres son inherentemente inferiores tienen más probabilidades de cometer violencia sexual
Pero esta es la buena noticia: todos podemos trabajar para cambiar las normas y crear una sociedad más segura y equitativa. Primero, debemos considerar la manera en que las tareas domésticas y las responsabilidades del cuidado se dividen en el hogar. Si su pareja, un integrante de la familia u otro miembro del hogar le dice que se siente abrumado, tómese el tiempo para realizar algunas de las tareas que esa persona realiza. Ya sea que cuide niños o adultos mayores, dé el ejemplo compartiendo la responsabilidad en pie de igualdad. Y siempre tómese el tiempo para reflexionar sobre si usted está haciendo su parte, independientemente de su género.
En un momento en que pequeños pasos pueden hacer una gran diferencia, no podemos permitirnos ignorar la cuestión de la desigualdad de género. Al modelar la igualdad de género en el hogar y enfrentarse a los estereotipos dañinos en nuestra vida cotidiana, podemos allanar el camino para una sociedad en la que las mujeres sean iguales en el hogar, en el trabajo y en sus comunidades, y trabajar por un mundo libre de violencia sexual.