COLOCANDO LA LINEA DE BASE PARA UNA INDUSTRIA RESPONSABLE.

ACTIVIDADES PETROLERAS CON RESPONSABILIDAD SOCIAL Y AMBIENTAL

POR: JUAN SOREGUI VARGAS.

Docenas de países en el mundo, están programando invertir miles de millones de dólares en proyectos de exploración, explotación y comercialización del llamado oro negro y,  le han dicho sí al petróleo y a la minería con responsabilidad social y ambiental.

Se habla de 40 años de explotación petrolera sin generar riqueza en el interior y una contaminación que dizque ha diezmado los pueblos nativos. Analicemos. En la zona del alto y bajo Pastaza, antes de iniciarse la explotación petrolera la población era aproximadamente de 2.000 personas. Después de 40 años de «contaminación» son más de 30,000 habitantes lo cual ha permitido que se forme una nueva provincia: el Datém del Marañón y sus distritos. ¿Cómo es que la «mortal contaminación» no ha diezmado esta población? ¿Cómo es que con toda esta contaminación se ha incrementado la población de esta nueva provincia y sigue en aumento?

En cuanto a los impactos negativos es un riesgo que se corre siempre que el hombre practica una actividad extractiva y productiva, pero para eso existen tecnologías que pueden prevenir y remediar. En el caso del petróleo y la minería tenemos miles de métodos de prevención y remediación de suelos y aguas. Si una compañía X bota un árbol, debe sembrar una docena del mismo tipo. Si se hace una buena reinyección de las aguas saladas entonces no hay problema de contaminación de nuestras aguas.

En cuanto a limpieza de suelos y aguas existen  tecnologías desarrolladas por universidades nacionales e internacionales, desde el uso de bacterias, peces y plantas que comen los desperdicios como lo vienen haciendo trabajadores de la Pluspetrol norte en la zona de Andoas y como lo han demostrado mediante una tesis dos biólogos egresados de nuestra universidad nacional.

Se puede reponer los bosques, se puede restaurar aguas y suelos, se puede generar riqueza en las comunidades con proyectos productivos y de turismo, se puede conservar los ecosistemas con la plata de las petroleras e implementar tecnología alternativa  para generar energía eléctrica mediante presas pequeñas para familias o comunidades con poca población con dinero de las petroleras, al estilo de lo que hacía la familia Reátegui de Nauta o con paneles solares.

¿Cuál es la alternativa que dan los que dicen no al petróleo? Hasta ahora ninguna y en tanto gritemos esa monserga los países vecinos seguirán incrementando sus reservas de petróleo, gas y nosotros seguiremos importando petróleo. Cuánta gente joven se quedará sin trabajo, cerraríamos las facultades de ingeniería química y otras, del SENATI, y de tecnológicos; se incrementaría la tasa de desocupados.

¿Qué sería de nuestra ciudad y de otras sin este elemento que genera la corriente eléctrica que necesitamos? No olvidemos que hace poco se ha declarado oficialmente que Loreto está sembrada de cocales que posiblemente vayan a parar en fábricas clandestinas de droga. Hay informes policiales que aseguran que  están metidos en todas partes, en el Itaya, en el Nanay, en el Ucayali, en el Marañón  y si perdemos la oportunidad de invertir en actividades petroleras de manera limpia y con responsabilidad social y ambiental, existe la gran posibilidad que la alternativa de los jóvenes y de otras personas para conseguir sus recursos económicos sea esta acción ilícita. ¿Sabían ustedes que numerosas compañías petroleras dan trabajo a docenas de jóvenes, ingenieros agrónomos, civiles y ambientales,  biólogos,  químicos,  médicos, enfermeras,  profesores en un programa de conservación del ambiente y en programas productivos y sociales, algo que no ha hecho el estado ni otra entidad? ¿Qué será de ellos?  ¿Es posible concebir a Iquitos sin energía eléctrica? Por eso y por todas las consideraciones técnicas, económicas, sociales y como dice el abogado Lincoln Cornejo Sifuentes, loretano de cuna y de formación, con responsabilidad ambiental para un desarrollo sustentable.

Por eso es necesario destacar las actividades de investigación que el IIAP viene realizando en los ríos Napo, Arabela y Curaray, donde dentro de poco se iniciarán labores de explotación petrolera, de tal manera que se cuente con información de línea base para saber qué recursos hidrobiológicos poseemos, qué es lo que se afectará en el tiempo de explotación y cómo y quién lo repondrá y así poder expresarnos con objetividad.  Estas acciones, apoyadas por la compañía PERENCO a mi modesto entender, inician el derrotero de una industria petrolera responsable en bien de la Amazonía peruana.