El viento y las olas de la quebrada maquía
azotaban con furia la canoa en que viajábamos,
las ondas del agua y la lluvia
mojaban nuestros tiernos cuerpos.
Llenos de terror gritábamos en el centro del bote,
en esos momentos de oscuridad para nuestras almas
vimos tus ojos que destellaban una mirada llena de luz
que calmaron nuestros miedos y temores.
Recuerdo tu esbelta figura
sentada en la proa de la canoa,
cual guerrera amazónica
cogías el remo de pali sangre y bogabas con fuerza.
Avanzamos contra viento, lluvia y olas
hacia la orilla del fundo del abuelo,
al llegar a tierra firme
sentimos tus brazos fuertes levantarnos hacia ti.
Nos acurrucamos en tu cálido seno
escuchamos el latido de tu corazón
tus lágrimas perladas bañaron
nuestros inocentes rostros.
Hoy, muchos años después, sentado en mi silla
veo tu esbelta figura derrotando al tiempo
caminar lentamente apoyada en el báculo de pali sangre
con esa mirada llena de luz esperanza.
Esa luz de esperanza que solo quiere,
con todo el alma de matrona amazónica
que sus hijos y sus descendientes estén unidos
que se perdonen y vivan en armonía, sin peleas ni discusiones.
Solo eso quiero, hijo mío,
me dijiste con lágrimas en los ojos
sólo eso le pido a Dios
estén donde estén se abracen a mí como antes, con paz y armonía.
POEMA INEDITO EN EL 86 CUMPLEAÑOS DE MI MADRE, ETELVINA VARGAS VIUDA DE SOREGUI. EL 18-11-11- FECHA LLENA DE LUCES Y BIENESTAR. JUAN SOREGUI VARGAS.
Bellisimo poema , muchas gracias hermano, tambien sea dedicado a todas las madres loretanas.