Estamos en la semana de la realización en la ciudad capital de nuestro país del Foro de Cooperación Económica Asia – Pacifico, más pronunciada como APEC, que son sus siglas, y nos llama a la reflexión si las protestas que se vienen organizando hará que se logren cambios o todo seguirá igual.
Es evidente que sin la voluntad política y sin mezquindades las exigencias de los gremios analizados en general o viendo cada caso, pueden solucionarse, aunque requieren un tratamiento y respaldo legal y económico, justamente es la baja monetización en la mayoría de peruanos que alienta las protestas, además del comportamiento de mucha presunción y comprobaciones de corrupción que decepciona más.
Nos da la impresión que vamos a recibir visita en nuestra casa y de pronto un grupo de nuestros vecinos descontentos con justa razón, nos empiezan a tirar pedazos de ladrillos a ventanas y puertas, malográndonos el evento, por supuesto, en vista que genera tensiones e inseguridades.
Los reclamos son legítimos, bien, pero nos preguntamos si es el momento, muchos dirán que sí, para que nuestras autoridades tengan vergüenza y se pongan a trabajar en los males actuales que afectan a la Nación; otro muchos también dirán que no, de pronto nos estamos haciendo una autolesión al no permitir que se desarrolle en tranquilidad las negociaciones que pueden derivar en grandes inversiones.
Es como demostrar un autocontrol al estilo temple asiático, para lograr objetivos que nos urgen, y es la atracción de capitales que generen infraestructura, negocios y generación de empleos, así como que los miles de visitantes regresen a sus países con al ánimo de volver, pero para hacer turismo, o para seguir en la línea de supervisar sus inversiones.
Tenemos esa posibilidad, y bueno no la echemos a perder asustando a los posibles inversionistas, porque ellos de hecho están bien informados de lo que pasa con los tres niveles de gobierno que tenemos y cuáles son los límites y sus propios riesgos, por tanto, vienen también asumiendo su rol de en medio de la adversidad hacer un buen negocio. Esperamos que como pueblo podamos demostrar la madurez, cuando de intereses nacionales se traten y el APEC es una oportunidad. Los gobernantes “son aves de paso”, el inicio de negociaciones con las economías mundiales, pueden quedar, o los espantamos.