Despojados

Miles de loretanos que desde sus ancestros han venido habitando diversas zonas del territorio cada vez se encuentran en una situación de despojados, eso es lo que sienten en la práctica. Vienen siendo invadidos de una forma legal por empresas que logran concesiones, así como ong’s que se adjudican zonas para conservación y otros conceptos.
Esto se ha venido conociendo desde hace unos veinte años atrás cuando eran visitados por diversas dependencias del Estado y entidades privadas interesadas en concesiones con el discurso de conservación y que ellos son parte del proyecto para mejoras en sus vidas.
Las primeras denuncias venían en el sentido de que no podían utilizar la madera que normalmente lo usaban para renovar sus viviendas ciertas temporadas. “Tengo árboles de cedro que lo sembró y cuido mi padre cuando éramos chicos, ni eso podemos disponer para mejorar nuestra casa”, comentaba en su momento un morador de una comunidad que quedó dentro de una zona de reserva.
Como una forma de defensa para no ser más despojados de sus tierras vino el tema de la titulación de sus pueblos, pero fue otra especie de trampa, porque al delimitar en espacios pequeños frente al tamaño del bosque, y estos entregados a otros, no pueden disponer para su sobrevivencia de los recursos que se encuentran dentro como los animales para su alimentación. “Nos han quitado nuestro mercado, porque eso es el monte para nosotros de donde sacamos productos”.
Como la titulación de los pueblos no respondía a su realidad de vida, entonces varios entraron en la aventura de hacer lo mismo que hacen las empresas que se adueñan de miles de hectáreas para “conservar”, pero en realidad no se investiga hacia qué negocios apuntan. Lo cierto es que para ellos las puertas no se abren, como que se cierran cuando aspiran tener una zona de conservación para proteger su subsistencia porque actualmente les prohíben ingresar.
Todos esto es doloroso y los pobladores loretanos que sufren esta forma de violencia de ser despojados de sus propios territorios que por derecho ancestral deben ser la prioridad, no les facilitan que ellos también desean conservar para justamente conservar su propia existencia accediendo también a tener áreas naturales protegidas.
“Qué mejor que nosotros para proteger lo que significa nuestra vida, recursos para curarnos, para comercializar que es nuestro trabajo, pero, el Estado no nos da esa oportunidad y prefieren ceder a extranjeros o gente de dinero. Deberían prepararnos para hacer proyectos de conservación y que no nos sigan despojando de nuestras casas, porque eso son los territorios para nosotros”, también se escuchó decir con anterioridad. Así a Loreto lo van cercenando a vista de todos.

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