Primer Juzgado Civil dicta sentencia histórica en protección del río Nanay

  • Decisión judicial crea precedente para que el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) no siga repartiendo concesiones mineras a diestra y siniestra.

Abogado de Ingemmet quiso “lavarse las manos” al decir que ellos solo otorgaban las concesiones, más no las autorizaciones para que empiece la explotación minera.
Sin dudas y sin murmuraciones; el juez del 1er. Juzgado Civil de la Corte Superior de Justicia de Loreto, Luis Miguel Del Águila Campos, ayer dio su fallo favorable a la protección de la cuenca del Nanay. Río de donde la empresa Sedaloreto capta el líquido elemento para luego potabilizarla y distribuirla a más de 500 mil personas que habitan Iquitos.
Como se recuerda la empresa Raíces Gaddaffy, logró que el mencionado instituto le entregue una concesión de 1000 hectáreas en el Nanay para trabajar la minería. Siendo que habla de tierra, sin embargo; la mayor parte de la concesión está por encima del río Nanay.
Lo que generaría una debacle ambiental y el punto mortal de partida para que esta ciudad, qué en poco tiempo, se asemeje a la región de Madre de Dios, devastada por la minería metálica.
“En esta audiencia quedó claro que evidentemente la resolución materia que es materia de cuestionamiento, que es un acto administrativo emitido por el Ingemmet, respecto al otorgamiento de la concesión minera, si bien es cierto conforme la norma ha establecido, ha hecho ciertas precisiones las cuales han sido materia de defensa de la demandada respecto a las autorizaciones que se puedan realizar para futuras actividades mineras en este ámbito.
Sin embargo, queda claro que la extensión sobre las cuales se ha proyectado la concesión que ha sido otorgada, es la mayor parte sobre áreas de recursos hídricos, en las cuales toda la región, la cuenca del Nanay que es la principal fuente de captación de agua potable, directamente relacionada no solo con el aprovechamiento del este recurso, sino con la relación que existe con los pobladores de la zona además de cualquiera de los ciudadanos de Loreto.
Hay que dejar en claro que no resulta necesario para este tipo de acto administrativo, que ni siquiera se inicie o se tenga la seguridad que el concesionario va a continuar con los siguientes trámites, sino la sola concesión y autorización que se pueda haber otorgado con esta resolución de presidencia 3995-2023, presupone un riesgo inminente en la cual los recursos naturales, entre ellos el agua puede verse afectados por elementos químicos que usa esta actividad y que no necesitan mayor sustento técnico de saber que una actividad minera en la cuenca del río Nanay resulta perjudicial, no solo para los pobladores de esa cuenca sino para todos los que dependemos del agua de esa área.
Lo cual es suficiente para acreditar una afectación de los derechos que han sido invocados en esta audiencia, por lo tanto, la demanda debe ser declarada fundada en parte. Por eso declaro fundada en parte la demanda se declare la NULIDAD de la resolución 2195 como consecuencia de esa nulidad no existe se tenga por existente esa resolución que ha sido otorgada” expresó el juez Luis Del Águila Campos y varios de los asistentes a dicha audiencia quisieron aplaudir.
“Se ha declarado la nulidad de la concesión entregada para la minería en la cuenca del Nanay; sin embargo, no es una resolución firme, como todo proceso judicial debe cumplir con su procedimiento ante las demás instancias correspondientes que resolverán lo que corresponde” expresó el juez luego de leer la sentencia emitida en la sala de audiencias.
Sin duda ayer fue un día histórico para Loreto, Iquitos y el Alto Nanay. Ahora se espera que la sala civil, a la que apelará el instituto; también sea consciente en profundidad del altísimo riesgo que corre la cuenca del Nanay si es que empiezan a pasar esas concesiones mineras.
Si en estos momentos las aguas están contaminadas por la minería ilegal, no hace falta pensar mucho para visualizar la futura tragedia que se registraría en ese espacio natural con la minería formal. Y, por ende, la agonía y muerte de la capital de la Amazonía Peruana. Eso no se puede permitir. Jamás.
(Luz Marina Herrera Lama).