Refaccionan puesto policial en “San Fernando” tras emboscada

  • El éxito de esta iniciativa destaca la importancia de la colaboración entre las fuerzas del orden y las comunidades locales.

En un despliegue de solidaridad y cooperación, efectivos policiales del Puesto de Vigilancia Fronterizo (PVF) “San Fernando” junto con habitantes de las comunidades indígenas cercanas han llevado a cabo una jornada de trabajo comunitario para reparar los daños sufridos por el puesto policial tras una reciente emboscada.
El pasado mayo, el PVF “San Fernando” fue blanco de un ataque aparentemente perpetrado por delincuentes comunes vinculados al narcotráfico. Durante el incidente, se reportaron significativos daños materiales en la infraestructura del puesto, así como la sustracción de municiones y armas de fuego pertenecientes al Estado. Este evento subrayó la necesidad de reforzar la seguridad y mejorar las instalaciones del puesto.
En respuesta a estos hechos, el comando de la región policial Loreto ordenó el relevo del personal en el puesto. El suboficial técnico de 1ra PNP Miguel Piña Pérez fue designado como nuevo jefe del PVF. Bajo su liderazgo, un equipo de suboficiales de la Policía Nacional del Perú (PNP) se trasladó a la zona.
A través de reuniones con autoridades comunales y regionales, incluyendo los tenientes gobernadores y Apus de San Fernando, San Sebastián y Unión María, lograron reunir materiales de construcción como calaminas y otros accesorios necesarios para la refacción del puesto policial.

Ayer por la mañana, efectivos policiales y alrededor de 40 comuneros participaron en una “Minga” o jornada de trabajo comunitario. Esta actividad es una muestra de la unión y cooperación entre la fuerza policial y las comunidades locales para enfrentar la adversidad. Entre los participantes destacaron figuras locales como Jeremías Huamaní Mendoza, teniente gobernador de San Fernando, y René Llaja Chunga, agente municipal de Unión María, quienes lideraron a los comuneros en esta tarea.
Este esfuerzo conjunto no solo busca reparar los daños materiales, sino también fortalecer la relación entre la policía y las comunidades indígenas, promoviendo un ambiente de confianza y colaboración para enfrentar futuras amenazas. La refacción del puesto policial es un paso crucial para asegurar la presencia del Estado en esta zona fronteriza y mejorar las condiciones de trabajo de los efectivos policiales, quienes desempeñan un rol vital en la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia común en la región.
El éxito de esta iniciativa destaca la importancia de la colaboración entre las fuerzas del orden y las comunidades locales. La unión demostrada en esta jornada de trabajo comunitario es un ejemplo de cómo, ante la adversidad, la cooperación y el apoyo mutuo pueden fortalecer la seguridad y el bienestar de todos.
Esta acción comunitaria no solo restaura la infraestructura dañada, sino que también simboliza un compromiso renovado para mantener la paz y la seguridad en el distrito de Islandia y sus alrededores. (C. Ampuero)