En cumplimiento de la ley las autoridades municipales de la región vienen realizando las respectivas y correspondientes audiencias de rendición de cuentas, con la participación de representantes de la sociedad civil previamente inscritos, y otros actores vinculados a este proceso democrático.
Si bien la ciudadanía está representada a través de sus organizaciones de base, el informe de rendición termina en estas reuniones a donde como es obvio, no asiste un alto porcentaje de la población, y con decir que todo puede estar en el sistema informático y páginas virtuales de las entidades, se acabó el objetivo de llegar a muchos más con la información.
Por una parte, quién garantiza que los representantes de las organizaciones ciudadanas luego del evento realicen una reunión con sus bases a modo de efecto multiplicador de lo escuchado e informado en la rendición de cuentas.
Aunque también está la apatía de la gente que no cree en nada de lo que digan las autoridades ediles, que tienen la percepción que los informes se acomodan a sus medida e interés, y no representa el interés de la sociedad que desea conocer cuánto hay en caja, qué que se hizo, qué se proyecta a hacer y cuánto se tiene actualmente.
Esta información tendría que llegar a la población a través de otras herramientas y estrategias, para comprometer la mayor participación en las gestiones ediles, y que se construya ese espíritu crítico desde las y los ciudadanos, así se generará confianza y la respuesta colaborativa de la ciudadanía.
Lo que no se percibe es la participación vecinal, no hay una dedicación del tiempo a las acciones que nos lleven a ser ciudadanos que cumplen con sus deberes, que, teniendo derechos, están claros que la participación en el desarrollo de la ciudad es muy importante, pero para afianzar ello se necesita también confianza en las autoridades, y estas deben demostrar que no se están valiendo del cargo, sino que brindar un servicio encomendado de forma correcta.
Rendiciones
