Una iniciativa digna de ejemplo.

Como una forma de recordar a nuestros alcaldes, un llamado que hicimos hace algo más de año y medio, nos retrotraemos en el tiempo y reiteramos lo vertido en tal época, porque  sabido es el sentimiento que manifiestan ciertos estratos de la juventud loretana hacia los ciudadanos que se acercan a las puertas del sepulcro, luego de haber sorteado miles de dificultados y problemas, en procura de lograr un  resultado favorable para su venerable ancianidad que los muestra en la mayoría de los casos, desguarnecidos y sensibles a la reacción casi despótica de una sociedad insensible, cuya juventud, con ligeras excepciones,  no puede disimular su rechazo a su condición de ancianos, llegando al extremo de motejarlos con epítetos irreproducibles que obligan a censuras provenientes de ciudadanos conscientes y respetuosos de las personas que ya han cumplido su misión en este mundo.

 

Haciendo una cierta abstracción al tema y dado a que en un distrito limeño, en el  que el tráfago ciudadano obliga a  utilizar diferentes  medios de locomoción, a todo tipo de personas, incluidas las que conforman el estrato de la tercera edad, resulta vivificante asistir a una demostración de sensibilidad social, puesta de manifiesto por la Municipalidad de La Molina, cuyo alcalde ha puesto en marcha el proyecto «Molibús» que consiste en brindar un servicio de transporte para adultos mayores totalmente gratuito. Dicho servicio comenzó a prestarse desde el 24 de noviembre  fecha en que las unidades municipales que prestan el servicio recorrerán las principales avenidas del distrito conduciendo exclusivamente, por ahora,  a 1800 ancianos entre hombres y mujeres mayores de 60 años a sus respectivos paraderos.

 

Debe precisarse que para gozar de este beneficio municipal, las personas, mayores de 60 años, deberán empadronarse en las oficinas que la municipalidad ha puesto en funcionamiento para servir a todo aquel ciudadano que frise la venerable edad de 60 años o más. Serán buses debidamente acondicionados los que prestaran tal servicio durante un horario  que va de 9 de la mañana a 7 de la noche.

 

Indudablemente tal hecho debe despertar la emoción social de nuestros burgomaestres loretanos que creemos, con un algo  de ingenio y mucha voluntad, bien podrían seguir la huella de su colega molinense y dar el ejemplo a su vez sensibilidad social a favor de uno de los estratos   más sensibles de nuestra región; los ancianos.