Un desafío enorme significa actualmente transitar por la carretera Iquitos – Nauta, sobre todo arriba del kilómetro 15 cuando las velocidades de los vehículos pasan los 60 hasta 80 kilómetros por hora, por lo que se puede calcular de la loca arremetida de los conductores de vehículos.
Estos vehículos son de pasajeros que suman entre seis hasta los que transportan dieciocho personas, que se nota que no miden la velocidad y es evidente que se exceden, lo que representa desde hace mucho tiempo un grave peligro en la carretera Iquitos -Nauta y viceversa.
A ello se suman desde hace un buen tiempo también los vehículos tipo volquetes que transportan ya sea los residuos sólidos, arena u otro material por la carretera a grandes velocidades de forma temeraria y hasta en una velocidad considerada criminal.
Todos los días se escapan los pasajeros de choques “cantados”, pero por la gracia del destino o divina no se concretan lo que podría acabar con la vida de las personas o dejarlas inválidas por el resto de sus vidas, y de esto son testigos los pasajeros que a diario se ven obligados a usar esa ruta.
Lo curioso es que hasta ahora las autoridades responsables del transporte interprovincial no han visto la forma de hacer que los vehículos que van por la carretera puedan tener un control reglamentario, solo de vez en cuando se observan algunas batidas, pero de documentos, más no hay una supervisión del velocímetro.
También tendría que haber una especie de control de inteligencia y estando de civil el personal de transporte pueda intervenir en el acto cuando comenten la infracción, a lo que se suma el error garrafal de invadir el carril contrario de la pista, lo que es un acto de alta peligrosidad, así como el no bajar la velocidad en las curvas. En unas semanas volverá el ajetreo por las clases presenciales, por lo que es de mucha responsabilidad que los entes respectivos actúen para evitar accidentes.