- Prof. Claudeth Vela Vda. de Filomeno, falleció el 2 de junio.
- Sus restos fueron llevados al cementerio general, ubicados al lado de su esposo Emilio Filomeno, quien murió el año pasado.
Observar las distintas fotos colgadas en la casa familiar de don Emilio Filomeno y su esposa Claudeth; nos transmite una señal de la mucha felicidad que rodeaba a la pareja en sus años mozos. Junto a sus cuatro hijos aún menores de edad, sus familiares y amigos más cercanos. La bella época.
Aunque cuando un ser amado muere entrado en muchos años y con la salud resquebrajada, se dice que la familia ya estaba preparada para atravesar por el momento difícil de la partida eterna. Falso. Esa partida toca muy hondo, aunque lo disimulemos bien. Solo el tiempo es el único aliado para suavizar la ausencia del ser amado.
Claudeth nació en Nauta y el 19 de agosto 2021 cumpliría 82 años. Su amado Emilio Filomeno, murió el 5 de mayo de 2020. Cuentan que habría muerto cargado de pena al enterarse día a día que varios de sus amigos Leones iban falleciendo por pandemia. “¿Y cómo podemos ayudarles?”. Le preguntaba a su nuera Patricia Morales. Ella le respondía que, con mucha oración, porque en esa época poco o nada se podía hacer por los amigos.
La señora es recordada porque estudió en la Escuela Normal del Sagrado Corazón, que a su vez tenía el colegio con el nivel inicial, primaria y secundaria, donde la mayoría de las que estudiaban en la normal, practicaban. Luego a través de la dirección de educación, ya va a enseñar al colegio conocido ahora como “República de Venezuela”.
“Mi madre era muy puntual. Pese a que nosotros éramos cuatro hijos, más mi papá y ella tenía que hacer las cosas en casa, pero aun así llegaba temprano al colegio a dictar sus clases” dice su nuera Patricia que le contó su esposo Emilio. A Patricia su suegro le puso “Mujer divina” ya qué ante la tristeza y decaimiento por la partida de sus amigos, ella le echaba unas esencias que recuperaban su ánimo.
“Ella se complementaba muy bien con Emilio. Sobrellevaban sus caracteres, una familia ejemplar que tuvo cuatro hijos: Emilio, Enrique, Fernando y Cady. Dos de ellos están en el extranjero y no podrán llegar al sepelio por pandemia. Lo bueno es que siempre han tenido el contacto con su mamá a través de video llamadas, audios, etc. El último domingo antes del miércoles que murió, hablaron y se rieron, la pasaron bien” cuentan sus seres queridos.
Don Emilio antes de morir les dijo a sus hijos, que al partir también compren un nicho para su esposa, para que queden juntos perpetuamente. Y así lo han hecho. Ahora ambos están unidos en el cementerio general.
“El lema de mi suegro era: “En vida y mientras tengas esa fuerza de caminar no te prives de darte tus gustos. Si trabajas ahorra para que disfrutes de tus viajes, porque va a llegar un momento en que ya no podrás caminar. Podemos tener ahorros, pero ya no habrá esa fuerza para movilizarnos por uno solo. Hay que vivir ese compartir, los momentos agradables e inolvidables” cuenta Patricia.
En la sala de su vivienda ubicada en la cuadra 6 de la calle Alfonso Ugarte, también están fotos de sus actividades al lado de compañeros del Club de Leones. Con los que siempre estuvo ayudando a los más necesitados.
Sus amigas del grupo “Las Pandoritas”, también le enviaron hermosa ofrenda. Ahora ellas ya no compartirán momentos bonitos con Claudeth, pero a cambio su recuerdo se ha tatuado en su corazón. Porque los seres queridos no tienen ausencia, no tienen adiós.