- Más de 100 trabajadoras sexuales se han visto perjudicadas por las restricciones determinadas por el Estado
Las prohibiciones dictaminadas por el gobierno central en su intento de reducir los contagios de COVID-19, sin lugar a dudas, han afectado económicamente a trabajadores y empresarios de todos los sectores y en todo el país, entre ellos a las trabajadoras sexuales y a los propietarios de los burdeles o casas de citas.
Es por ello que, los propietarios de los burdeles de Iquitos hacen un llamado al gobierno central para tenerlos en cuenta en su plan de reactivación económica, pues aseguran que también necesitan trabajar.
Melody Rengifo Rivera, propietaria de la casa de citas “Gildetroca” señaló que en su local hay 12 chicas que se han visto perjudicadas y necesitan volver a trabajar. “Desde el mes de marzo hemos estado respetando la cuarentena… pero, a nosotros ya nos está perjudicando el no poder trabajar. Nosotras no somos ilegales, tenemos todos nuestros controles y permisos en regla. Pedimos al presidente que nos considere” expresó.
Rengifo también detalla que en el sector conocido como Pucayacu hay seis burdeles y aproximadamente más de 100 chicas, con todos sus documentos en regla, que piden les dejen trabajar.
“Queremos trabajar, teniendo en cuenta todas las medidas de bioseguridad… muchas de las chicas tienen familia y esta es su única forma de obtener ingresos. Aunque a muchos no les guste, nosotros formamos parte de la ciudad y de la estructura económica de nuestra sociedad” expresó Rengifo Rivera.
(R. Graicht)