La adopción de las criptomonedas en Latinoamérica está creciendo a uno de los mayores ritmos del mundo. Es cierto que tenemos un cierto retraso en cuanto a su uso con respecto al resto de Occidente, e incluso con algunos mercados emergentes asiáticos, pero el crecimiento en el uso de las criptomonedas es un dato interesante que da cuenta del lugar de nuestra región en la nueva economía digital. Esta es la situación legal en algunos de los países de nuestro entorno, junto con las posibles razones de su auge y formas de intentar beneficiarnos de las criptomonedas.
Entre la regulación y la prohibición
La legislación más dura de Latinoamérica se da en Bolivia y Ecuador, países en los cuales el comercio con criptomonedas se encuentra directamente prohibido, mientras que Colombia, Brasil y Argentina tienen unas de las regulaciones más permisivas con las criptomonedas, similar a la de los países europeos o del norte de América.
En Perú, la legislación aún no ha entrado a fondo en la cuestión de las criptomonedas, y por su parte la Superintendencia del Mercado de Valores advierte de la falta de regulación específica por parte de las autoridades peruanas y advierte de la necesidad de ser conscientes de los riesgos potenciales de su uso.
Año 2009; nace la primera criptomoneda, año 2019; su uso crece en Latinoamérica con fuerza
A principios del 2009 nació bitcoin, la primera de todas las criptomonedas, aunque por unas pocas semanas no lo hizo en el año 2008. La adopción de bitcoin se dio fundamentalmente entre gente del mundillo, tecnólogos interesados en sistemas para crear sistemas financieros descentralizados como BitIQ, ya que si a día de hoy resulta difícil de comprender el funcionamiento y estructura de las criptomonedas imaginen el panorama hace once años.
Aunque en un principio la recompensa por minado era de 50 bitcoins por bloque, en sus sucesivos halvings la recompensa ha ido descendiendo hasta 25, 12,5 y los 6,25 bitcoins que se obtienen actualmente por cada bloque minado. En un principio la adopción en nuestra región fue bastante menor que en otras regiones del planeta, incluso que en regiones con rentas y niveles de desarrollo muy similares, pero últimamente se ha acelerado enormemente, tanto que según un estudio realizado el año pasado por el portal de estadísticas Statista, Latinoamérica ha colocado cuatro países entre los seis en los que más común fue el uso de criptomonedas, siendo Brasil el segundo, Colombia el tercero, Argentina el cuarto y México el sexto, a nivel mundial.
Causas del crecimiento en el subcontinente
¿Por qué últimamente está creciendo el uso de criptomonedas en los países de nuestra región? Bien, según expertos como el influencer del mundo de las criptomonedas, Andreas Antonopoulos, el tremendo auge del interés experimentado por los latinoamericanos en estas cuestiones se debe a varias razones, la principal de las cuales es el innegable atractivo de algunas criptomonedas como bitcoin como reserva de valor -no es desconocida para nosotros la constante devaluación de nuestras monedas nacionales, lo cual hace una tarea fútil tratar de ahorrar en algunas de nuestras divisas, tanto como tratar de trasladar arena con las manos- que para Antonopoulos puede llegar a sustituir al dólar, como él dice “El principal uso de Bitcoin hoy en día en estas áreas es la preservación de la riqueza” es decir, se compran criptomonedas para ahorrar.
¿Existe alguna forma de intentar sacar algún beneficio de las criptomonedas sin vender nuestras valiosas reservas de valor, es decir, sin la compraventa? Pues sí, es posible invertir en bitcoin -y en otras muchas criptomonedas- más allá de las exchanges y los bancos, y se llama trading de criptomonedas con contratos por diferencia. Y es que mediante una plataforma de trading online se utilizarán los cambios en las cotizaciones, de las criptomonedas en este caso, como referencia para abrir contratos con un bróker online, intentando prever y obtener beneficio del movimiento de estas sin llegar nunca a poseer las criptomonedas. Además, en el trading online las ganancias y pérdidas se multiplican por el hecho de operar apalancados, lo que puede hacer que estas sean muy elevadas y por ello hay que vigilar siempre las posiciones abiertas. Conocer bien las características del mercado en que se ha entrado para tratar de desarrollar una buena estrategia de gestión del riesgo y minimizar la posibilidad de caer en grandes pérdidas de capital será fundamental –por ejemplo la alta volatilidad general que caracteriza a las criptomonedas se verá potenciada con el uso del apalancamiento, lo que hace las operaciones más arriesgadas-.