Para lograr una casi perfecta entrevista política en lo que corresponde a los candidatos con más posibilidades de triunfo, diversos especialistas en la materia, señalan que es fundamental trascender aquellas preguntas que sobre entienden una respuesta. Aquí hay que salir de los sentidos comunes, de lo que siempre se dice de las frases hechas.
La mayoría de periodistas responsables, saben que las preguntas hay que prepararlas, sobre todo cuando la coyuntura política se presenta cargada de protagonistas con más de 10 candidatos presidenciables, aquí se precisa preparar las preguntas desde la perspectiva de lo que la ciudadanía quiere saber.
Para ello es casi una exigencia que como periodistas nos acerquemos a las ama de casa, a los transportistas, comerciantes, estudiantes, profesionales, obreros y taxistas, etc., preguntándoles «A usted qué le gustaría preguntarle a Castañeda, Toledo, Aráoz» por decir algunos nombres. Dichas preguntas deben incorporarse a los cuestionarios para preguntar a los representantes de los grupos partidarios.
Existen sin duda otras preguntas que deben hacerse con un criterio que conduzca a confrontar las propuestas políticas con la realidad, en este caso de nuestra región o de nuestra localidad. Tal interrogante permitirá ver si los planteamientos de los candidatos son viables o no, y si responden a las necesidades y aspiraciones de progreso concreto de las gentes o no.
Aquí tenemos que tocar un punto sumamente sensible. Si bien es cierto que los políticos son personajes públicos, no podemos exagerar en la indagación sobre asuntos personales. Tales aspectos no deben ser centrales en nuestro cuestionario, sino lo accesorio, lo que matiza la entrevista, lo que le da un cierto sabor.
Tenemos que insistir en que las propuestas programáticas son las que deben provocar nuestra mayor atención. Si los periodistas somos los que armamos la agenda de discusión pública, un cuestionario bien elaborado puede extraer declaraciones importantes que pueden ir brindando la pauta para que tal agenda sea rica en contenidos, útil para discutir los principales problemas del país y sobre todo provocadora de la participación ciudadana en el debate.