La diabetes es una enfermedad incurable, hasta la fecha, con la medicina convencional. Se ha inventado de todo, pero, la enfermedad ha arrasado con piernas, brazos, dedos y otras partes del cuerpo que no han podido con la amputación y luego con la agonía y una muerte terrible.
En la actualidad los científicos del mundo están experimentando con genes de animales para corregir y validarlos luego en personas, para luego poner la tecnología en el mercado de la farmacopea.
Se ha tratado, también, con una serie de sustancias preparadas en base a plantas, animales, raíces, sin obtener un resultado positivo, incluso se ha probado con tratamientos espirituales, utilizando oraciones y alucinógenos, y lo que han conseguido es causar vómitos y diarreas y, luego, adicción a la droga.
Es necesario para tratar esta enfermedad, en primer lugar, prevenir. Para esto existen una serie de recomendaciones sobre dietas y terapias físicas y síquicas que hacen que la enfermedad no se manifieste y permanezca en lo profundo de nuestros cuerpos.
Para los que han tenido la desgracia de que ésta ya se ha manifestado, lo que queda es controlar la enfermedad, particularmente con insulina y otros fármacos. Existen enfermos que recién están empezando a sufrir y otros que ya están avanzados, y éstos necesitan las inyecciones de insulina u otros medicamentos por vía oral, estén donde estén.
La presión alta, también, es cuestión de prevenir y se puede controlar con medicamentos como el captopril y otros medicamentos. Si la presión viene de tu esposa o esposo, la única solución es el divorcio o esconderse en hostales discretos.
Sin embargo, ahora, con las cosas acontecidas durante estas últimas semanas, podemos hacer la hipótesis siguiente: que cualquier noche o día de éstos te rapten, te levanten con varias metralletas, te golpeen y te lleven al monte, aunque sea purma. Luego te hagan caminar sin comer bien, sin dieta, comiendo lo que encuentras, que tu estrés se haga esseis, que no duermas bien, que bebas el agua de las quebradas, que te lastimen las piernas y los brazos los arbustos con espinas. Es decir, andar durante doce días con sus doce noches asustado, sin medicinas para bajar el azúcar de la sangre, para controlar la diabetes.
Y, he aquí el milagro de la sanación: que te suelten sano y salvo, con tu azúcar bajo, con tu presión 12-8, es decir después de haber sufrido en la ciudad los efectos que producen estas terribles enfermedades y, de pronto, en este paseo por el campo de doce días, sin dietas, con metralletas apuntando en la nuca adiós diabetes y chau presión alta. En la ciudad, el raptado hubiese muerto, pero, en el campo traviesa como vimos nada pasó.
He aquí, la hipótesis que podría ser ya una tesis validada. Así que anímense aquellos amigos que padecen de estos males.
En lo que respecta a mí, no padezco ni una ni otra enfermedad, debe ser porque desde hace cinco años vengo consumiendo pescado que produce el consorcio agustino que administra Ernesto Lozano y, gracias al asesoramiento de los investigadores del programa AQUAREC del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana, ha fortalecido su programa de acuicultura y comentan que a la fecha está cultivando paiches para reproducción en cautividad y para carne, con fines educativos y generando empresas de bionegocio. El que se anima a probar la receta del paseo campestre por el monte para sanarse de la diabetes y presión alta, ya sabe cómo hacerlo y dejar de tomar tanta droga para controlar estas terribles enfermedades. Si acaso se atreven los raptores a llevarme por el campo, se pelarían, porque yo no tengo en que caerme muerto.
buena juanito te pasastes voy a recomendarlo a mi papa que es hipertenso que lo secuestren y lo lleven de paseo por el monte y me lo regresen de 12 dias sano y salvo por que no viene esos dos colombianos y ese tal bin laden nuevamente y sanan a todos los loretanos que sufren esas dos emfermedades tan riesgosas hicieran harta plata sin necesidad de «secuestrar» otra cosa hablo la mama de bin laden y por cosas de las abuelitas las mamas no miente.
gracias COLOMBIA por el vallenato y los curanderos secuestradores