- Refiere el abogado de IDL, Juan Carlos Ruíz
- Refiere que ese proceso debe contar con participación de las comunidades afectadas y de Petroperú.
El abogado del Instituto de Defensa Legal, Juan Carlos, refiere que Petroperú no puede ser juez y parte, no puede ser quien tenga la última opinión, si estamos ante un derrame por sabotaje o por falta de mantenimiento de dicha empresa. Dijo en el caso del derrame de Cuninico en junio del 2014 que era sabotaje, y quedo demostrado por OEFA que era por falta de mantenimiento.
“Los sabotajes, que según OSINERGMIN son el 37% de la causa de los 190 derrames ocurridos entre el año 1996 y el 2016, son una lamentable y triste realidad, y sus autores deben ser procesados y sancionados con la mayor severidad, con todas las garantías del debido proceso.”
Sin embargo, no basta, es necesario que se realice una investigación sobre las reales causas de los derrames, y esa investigación debe incluir como señala IE-Tech lo siguiente: «La investigación debe llevarse a cabo por un grupo de técnicos INDEPENDIENTES y no por operadores que tienen un interés económico en determinar que los ductos fallan por razones no vinculadas a falta de mantenimiento y monitoreo. Observadores de las comunidades deben estar presentes con el equipo técnico y deben llevar a cabo su propia documentación de los efectos del derrame, los puntos del oleoducto que fallaron y la reparación del oleoducto
Las comunidades cercanas al derrame deben ser entrevistadas para determinar si se observaron actividades o ruidos anormales o si se observaron eventos climáticos o geológicos que pudieran haber causado la falla del oleoducto. El punto del oleoducto afectado debe de ser enviado a un laboratorio forense INDEPENDIENTE que tiene conocimiento metalúrgico para determinar las fuerzas, estreses, o máquinas que pudieran haber causado la falla del ducto, fotografías del ducto no son suficientes para determinar la causa de la falla. La historia del punto de la falla debe de ser investigada en detalle, incluyendo la edad del ducto, el tipo de soldadura utilizada, resultados de evaluaciones de corrosión externa e interna, la presión, temperatura y química del petróleo bombeado, y las condiciones geológicas e hidrológicas donde se encuentra el ducto y sus soportes». (MIPR)