La prospectiva: Los estudios del futuro y el pensamiento a largo plazo

Por: Fernando Meléndez Zumaeta
Planificador Estratégico del Perú

Melendez ZUmaeta

Los estudios del futuro. El objeto y propósito de los estudios del futuro.

El objeto de los estudios del futuro es la exploración sistemática de los futuros posibles a fin de mantener y/o mejorar la libertad, el bienestar y el desarrollo humano y sostenible, ahora y en el futuro (Bell, 1994). Mediante este proceso de reflexión se pretende saber, sobre la base de los hechos presentes, cuáles son los futuros verdadera o verazmente posibles, cuáles son los futuros más probables dadas las diversas condiciones (si se decide o no emprender algunas acciones específicas), cuáles futuros alternativos son los más deseables; y qué es lo que las personas individual y colectivamente pueden hacer para alcanzar el futuro deseable y evitar las consecuencias del futuro no deseable. Por tanto, su propósito no es predecir eventos específicos en el futuro, sino reflexionar sobre el futuro, comprender y crear alternativas contingentes a nuestras acciones y accesibles a nuestras escogencias, para comprender mejor el rol que podemos desempeñar en el presente.
De acuerdo con Paulo Moura (1994), nadie puede predecir el futuro con total certeza, lo que podemos hacer es identificar algunas tendencias del desarrollo e intentar comprender hacia donde nos pueden conducir. No interesa por tanto “adivinar” el futuro, sino ser capaces de anticiparlo, discerniendo los futuros posibles y los futuros probables dentro de los posibles, como también los futuros plausibles dentro de los probables. Los futuros posibles son las alternativas que pueden posiblemente acontecer. Los futuros probables son los posibles con chance de ocurrir. Los plausibles son aquellos futuros que concentran las mayores probabilidades de ocurrir y realizarse.
En el campo de los futuros posibles pueden coexistir imágenes de futuro diversas e incluso contradictorias. Es el ámbito cualitativo y creativo por excelencia, donde están las posibilidades y potencialidades, donde nace la innovación y lo inédito en la historia. De la discriminación o filtro de los futuros posibles surgen los futuros probables. Estos implican el análisis con base en métodos rigurosos de hechos y datos de tipo cuantitativo. Por su parte los futuros deseables indican la escala de valores y preferencias de los actores sociales frente a los futuros posibles y probables.
Según Wendell Bell (1997), el principal sociólogo del futuro de los Estados Unidos, los fundamentos de la disciplina tienen que ver directamente con la comprensión de la diferencia entre los futuros posibles, probables y deseables.

Propósitos básicos del estudio del futuro:
1. El estudio de los futuros posibles.
2. El estudio de los futuros probables.
3. El estudio de las imágenes del futuro.
4. El estudio del conocimiento básico de los estudios del futuro.
5. El estudio de los fundamentos éticos de los estudios del futuro.
6. La interpretación del pasado y la orientación del presente
7. La integración del conocimiento y los valores en el diseño de la acción social.
8. Incrementar la participación democrática en la imaginación y el diseño del futuro.

En este mismo sentido, Roy Amara (1981) ha ideado un esquema que sintetiza muy bien las identidades y complementariedades existentes en el campo de los futuros, vale decir, los objetivos, roles, herramientas, practicantes y tipos de organizaciones que nacen a partir de tal distinción. Una formación horizontal e integral implica la capacidad de “barrer” todo el espacio de los futuros, esto es, las actitudes y metodologías propias de los futuros posibles, probables y deseables. Pero también existe la opción de hacer una lectura “vertical”, centrada en una de las columnas mencionadas. De este modo, por ejemplo, quienes se dedican al estudio de los futuros probables, buscan una formación más orientada hacia el análisis, la evaluación y la sistematización de la información. Tienden a trabajar con base en métodos cuantitativos y modelos. Mientras que quienes se orientan hacia el estudio de los futuros posibles y deseables buscan desarrollar la comprensión de las imágenes de futuro y los valores. Además usan preferiblemente herramientas perceptuales y participativas.
En todo caso, los estudios del futuro buscan ampliar las opciones que tiene la sociedad. La esencia no es pretender conocer con total exactitud lo que está por venir. Es reflexionar acerca de las posibilidades existentes para hacer mejores escogencias, comprender las determinaciones del pasado para actuar en el presente y construir un mejor futuro para la humanidad. Por esta razón es un discurso sobre la libertad de pensamiento y acción de una sociedad. Desarrolla la autonomía y las capacidades para tomar decisiones estratégicas que amplíen el margen de maniobra y disminuyan la dependencia de factores exógenos. En palabras de Eleonora Masini, se trata de pensar alternativas, encontrar caminos y dar los pasos necesarios para construir el futuro deseado.

¿Qué es la prospectiva?
La prospectiva puede ser interpretada como la disciplina de anticipar y analizar el impacto de los cambios sociales a través del tiempo. Hacer prospectiva implica explorar la incertidumbre, elaborar hipótesis razonadas, fuertemente sustentadas, con rigor en el método, el proceso y el contenido. Hablar en términos prospectivos no es soñar despierto, sino plantear alternativas transformadoras pero realizables de la sociedad. La esencia de la anticipación es la elaboración de hipótesis de futuros plausibles. El fundamento no es buscar el criterio de verdad en la correspondencia entre el futuro y la realidad sino estimular la capacidad de responder oportuna y efectivamente a circunstancias cambiantes. Se trata de proveer buenas respuestas con anticipación para cuando se presenten los problemas.
La Prospectiva se ha convertido en la base de la Planificación Estratégica. Pues, teniendo en cuenta sus postulados y orientaciones el Estado, la Sociedad Civil y el Sector Empresarial construyen espacios de diálogo y concertación para establecer la visión de futuro común de largo plazo, de sus respectivas circunscripciones territoriales, señalando así el camino por donde han de transitan hacia el desarrollo y fortalecimiento de capacidades, de la creatividad para la innovación científica y tecnológica, elementos necesarios para la competitividad de los pueblos. ¡Adelante!