-En Bellavista Nanay debido a la vaciante
La vaciante de los ríos no sólo ha causado la preocupación de la población y de las autoridades. Los comerciantes que vienen desde las provincias también están padeciendo las consecuencias de este fenómeno.
En la zona de Bellavista-Nanay encontramos a dos humildes vendedoras de sandías, que recién habían llegado de Requena luego de viajar en un pequeño bote durante dos días.
El cansancio no fue impedimento para vender sus productos. Instalaron una carpa en medio de la playa y poco a poco comenzaron a llegar los clientes, quienes pagaron precio.
¿A cuánto están las sandías? -Preguntamos- «Hay de dos, cinco, nueve y doce soles, dependiendo del tamaño» -respondieron- Las señoras contaron que la vaciante las está perjudicando mucho.
«Ahora nos demoramos dos días porque venimos en botes y nuestros productos se exponen al clima y como son de regular peso, también ponen en peligro nuestra integridad.
Dependiendo de lo que nos cobren los motoristas, pueden variar los precios. A veces lo incrementamos en uno o dos soles, máximo tres, pero sabemos que hay comerciantes que cobran el doble», dijo la señora Sara Taricuarima.
Otro detalle que se puede notar en Nanay es la presencia de pescadores, quienes han ocupado casi toda la parte central de la berma de acceso al puerto, ocasionando la molestia de los comerciantes tradicionales.
Bellavista- Nanay luce más congestionado porque las lanchas se quedan «atrapadas» en la boca del río Amazonas y para los vendedores que vienen de afuera les sale más económico llevar sus cosas a este puerto antes que a Masusa, Pesquero o Productores. (MC).