POR: JUAN SOREGUI VARGAS.
En nuestra región existen instituciones de promoción e investigación que han generado gran cantidad de información científica y tecnológica realizada en el laboratorio y el campo y rescatada de los pueblos nativos ribereños que han sido utilizados por investigadores de la actualidad para producir nuevos conceptos y así sucesivamente, como ocurre en todo proceso científico.
En las diferentes facultades de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana se pueden ubicar estudios de base y aplicados para ser utilizados por empresarios e industriales, si estos lo quisieran. Pero, también para ser usados por los gobernantes de todo tipo para sus programas de gobierno.
Conozco muchos de ellos, principalmente aquellos referidos al camu camu desde su descripción botánica y ubicación y su uso, hasta los trabajos hechos para ser utilizados en la limpieza de los ecosistemas en las que por algún accidente se derramó herbicidas, aguas servidas e hidrocarburos. En estos se han descubierto una serie de bacterias y plantas herbáceas flotantes que absorben estos residuos polucionantes.
Otro organismo de gran referencia de conocimientos en diferentes aspectos de la biodiversidad y de cuestiones sociales, de frutales nativos, de bosques forestales, de zonificación ecológica económica, de acuicultura, de calidad de nuestras aguas, de genética, de evaluaciones pesqueras, de acuicultura, etc. es el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana.
Muchos profesionales y técnicos han pasado por estas instituciones, especialmente por la última mencionada unos con gloria y otros con pena, convirtiéndose de esta manera en una gran vitrina para ser contratados por otros organismos nacionales y extranjeros.
En las actividades privadas, también se puede encontrar grandes datos referenciales de conocimientos científicos y tecnologías, como sucede con la empresa Amazon Business & Consulting, en revistas anuales, mensuales como Mi tierra amazónica, semanarios como Kanatari y diarios como la Región, en donde se pueden encontrar valiosa información que son utilizados por tirios y troyanos para elaborar proyectos productivos, entre otros.
A pesar de ser reconocidos como organismos referenciales de conocimientos y ser utilizados por los que se encuentran laborando en ella y por los de fuera, existen personas que sin ningún recato acuden a consultar los procedimientos y resultados de las investigaciones de estos organismos después de ser duros críticos de mala manera del accionar de las instituciones. Es decir, hablan mal de estas, pero acuden a ellas para justificar sus expedientes.
Hace una semana encontramos a dos profesionales, ex trabajadores del IIAP, que se encontraban en uno de los ambientes de esta institución, buscando información para, supongo, sustentar algún expediente económico y ganar sus billetes y son los que descaradamente despotrican contra este organismo referencial. Y, es posible estén elaborando alguna consultoría de astrología o de adivinos para el instituto. Nos parece bien que ganen su dinero, pero, deberían utilizar otros medios de información y no a los que mal hablan. Es más, estoy seguro que en su currículum vitae, colocan en sus referencias de trabajo que han laborado en el Instituto.
Pero, esta doble moral es permanentemente utilizada en nuestra vida cotidiana, no solo en este caso de organismos referenciales, sino en muchas actividades en que nos desenvolvemos. Muchos hablan mal de los directores del semanario de Kanatari, sin embargo recurren permanentemente a los ejemplares que publica la organización, para ponerlos como bibliografía en sus trabajos de investigación o de promoción. Muchos ejemplos podemos poner de esta situación, como la de aquellos que critican a la actividad petrolera y refinación de este producto y utilizan y se benefician parcial o totalmente de lo que produce el sistema, sin poner alternativas.