Como medio de expresión, debidamente asentado en el seno de una sociedad que progresa aceleradamente, tenemos la obligación moral de invertir parte de nuestro tiempo, en instruir a nuestra sociedad en los cuidados y prevenciones que deben ratificar, para evitar cargas emocionales que degeneran en molestoso y peligroso stress, así como en peligrosísimo y mortal ACV ( derrame cerebral) cuya secuela en el mejor de los casos, deja a la victima privado de movimientos básicos como caminar, escribir e inclusive desarrollar sus principales necesidades corporales, por si mismos.
Sin duda, es un hecho que todo el mundo experimenta tensiones nerviosas pues la angustia y la tensión son funciones esenciales de la vida, como lo son el hambre y la sed. Son reacciones de protección cuando existen amenazas a nuestra seguridad, bienestar, felicidad y amor propio.
Aclarando el concepto, podemos decir que si bien es desagradable vernos presa ocasional de la tensión y la ansiedad, ello es completamente normal y no debe ser motivo de suma preocupación; sin embargo hay que ponerse alertas, cuando los trastornos emocionales son frecuentes, intensos y duraderos.
Aquí se precisa relatar cómo reconocer si nos está ocurriendo tal situación de alarma. Las respuestas que a continuación enumeramos a las diversas interrogantes sobre el tema, servirán de clave para enmendar rumbos en nuestra actividad cotidiana. Los problemas menores y las pequeñas decepciones, ¿Lo sumen a usted en la desesperación?
¿Le es imposible llevarse bien con los demás y encuentra que ellos también tienen dificultades para llevarse bien con usted? ¿Siente usted temor ante situaciones o personas que nunca solían molestarle? ¿Sospecha usted de la gente y desconfía de sus amistades?
Aquí, algunas medidas sencillas, prácticas y eficaces que pueden ayudarle a disminuir o evitar tales dolencias. Primero desahóguese contado su preocupación a otra persona que usted sabe que lo va a escuchar. Esto sirve para aliviar la tensión y ver las cosas más claramente.
Distráigase mirando una película que llame su atención, o lea un buen libro. Tenga presente que usted no tiene porqué negarse posibles soluciones a su cuerpo y su salud, otra medida a poner en práctica es descargarse de cualquier intensa carga de responsabilidad administrativa, delegue funciones a gente de su confianza y céntrese en un solo rubro, así estará mimando a su sistema nervioso y evitado riesgos de un posible ACV (Accidente Cerebro Vascular).