-Anciano se viene recuperando en el HAI y necesita apoyo debido a que no cuenta con seguro integral de salud.
«Mis amigos mataron al jergón y me imagino que se dieron cuenta rápido que me había mordido porque grite, ahora mi pierna esta hinchada producto de la mordida. En el centro de salud de «Canta Gallo», no hay medicamentos y es por eso que me trajeron para este nosocomio, donde estoy seguro». Dijo Antonio.
En horas de la mañana de ayer, en el centro poblado «Cañaveral», ubicado en rio Amazonas, el anciano pescador Bayro Antonio Acho Mozombite (72), fue víctima de mordedura de jergón cuando estaba dirigiéndose a pescar en una quebrada que queda cerca a la localidad, siendo auxiliado por los moradores y familiares.
Acho Mozombite, relató que estaba caminando por la selva y que llegó hasta la quebrada para realizar la pesca, sin embargo no se percató del ofidio que se había acercado, siendo mordido en la pierna derecha, quedándose tirado en su canoa, luego fue auxiliado por los moradores, los mismos que lo trasladaron hasta el centro de salud de «Canta Gallo», pero no había medicamentos, así que utilizaron la carretera de acceso hasta Belén, para luego ser llevado al Hospital Apoyo Iquitos, donde se encuentra en la cama 12 del área de medicina.
Por su parte la señora Zaida Cárdenas Mozombite (72), hermana del paciente dijo que no tiene recursos económicos para costear las medicinas, debido que su familiar no cuenta con seguro de salud, «no tenemos plata para pagar las medicinas ni los días que se está quedando internado, luego que el jergón mordió a mi hermano lo primero que hice fue prepararle medicinas caseras pero no fue suficiente, así que lo lleve a la posta de canta gallo, pero por ser de alto riesgo su salud, tuvieron que traerlo al hospital, le inyectaron suero antiofídico y ya se encuentra bien, pero ahora el problema es el dinero, somos una familia pobre y solo nos dedicamos al campo y a la pesca mi hermano se encuentra en la cama Nº 12 de medicina del HAI y si hay una persona de buen corazón, un buen prójimo, les estaremos esperando aquí para sus donativos», finalizó doña Zaida, hermana del paciente. (C. Ampuero)