9 de cada 10 monos capturados mueren antes de ser mascotas

Deprimente. Cada año se comercializan más de 40 mil primates a nivel mundial y, en el caso de nuestro país, esta especie es una de las más capturadas en regiones como Loreto, Madre de Dios, San Martín y Tumbes, así lo viene informando Wildlife Conservation Society, WCS.

Según un estudio, de las 47 especies de primates que existe en el país, 19 son los más comercializadas. Se estima, además, que 80% de ellos tienen como destino final la ciudad de Lima, en especial la zona del Cercado, donde los compradores y espectadores forman parte del último eslabón.

En la capital, un “mono araña” de la Amazonía, puede costar hasta 50 soles y uno pequeño, como el “mono ardilla” -uno de los primates más traficados como mascota, menos de 15.

Para ser comercializados, los primates pasan por una serie de maltratos físicos que van desde descargas eléctricas hasta el ahogamiento. Antes, son arrebatados del seno de la madre, a quien los traficantes matan para poder apoderarse de las crías.

El estudio de WCS afirma que 9 de cada 10 monos mueren antes de llegar a ser mascotas. Y solo un cuarto de los que sobreviven al tráfico ilegal llegan a ser adultos.

Una de las provincias donde más se comercializa con primates es Iquitos, solo en el 2005 se estimaron 28 mil primates cazados en la región. Por otro lado, una de las que más reciben y exporta animales silvestres, es la capital.

Otro de los problemas que origina el tráfico y domesticación de primates es el nivel de enfermedades transmisibles que poseen. Solo en el Perú se han detectado hasta 17 tipos de virus, bacterias y parásitos causantes de enfermedades en humanos.

Según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), los monos y otros primates transmiten infecciones como el ébola, rabia, viruela, fiebre amarilla, entre otras, las cuales pueden ser contagiadas por un rasguño, mordida o picaduras de mosquitos en el ambiente. Además, debido a sus repentinos cambios de humor, estos animales silvestres tratados como mascotas, pueden llegar hasta asesinar a sus amos.

La investigación recomienda no comprar fauna silvestre, denunciar la tenencia y comercio ilegal de la misma, así como promover el ecoturismo y avistamiento de fauna silvestre en su hábitat natural. (MIPR)