Sin duda alguna, los especímenes agoreros que deambulan por los pasillos políticos, en procura de material inflamable con qué alimentar su morbo patológico contra instituciones que a pesar de haber sido ejes centrales de innumerables jornadas políticas, ahora lucen aletargadas y al borde de la extinción, todo debido a la soberbia y ambición de una generación que encontró todo hecho; y no supo cuidar la obra de sus predecesores con la inteligencia propia de quienes sí supieron hacer política en procura de esa forma que manejada con criterio se llama democracia.
El proemio que encabeza este comentario, sin lugar a dudas permite determinar que el personaje a quien nos referimos es el partido aprista peruano, que en la última consulta ciudadana realizada en el Perú, sufrió la peor derrota electoral de toda su historia política.
La crisis por la que atraviesa el viejo partido, obra de ese egregio político llamado Víctor Raúl Haya de la Torre, puede decirse que es el resultado de la cada vez menor presencia de la generación creadora del partido, que debido a los avatares propios de la edad cedieron su lugar a las nuevas hornadas, que se supone habían sido adiestradas el arte de hacer política para procurar el bienestar ciudadano.
No tiene otra explicación el hecho que en las recientes elecciones el otrora poderoso partido aprista peruano, haya pasado de ser mayoría en el actual congreso, solo haya logrado cubrir la valla electoral con solo cuatro referentes de dicho partido, formando pareja con los cuatro representantes de Acción Popular, partido que en su momento llegó tener el 60 % del bloque congresal en la cámara de diputados. Lo triste es que ambos deberán recurrir a una alianza para poder tener presencia en el futuro congreso. Lo que hace que preguntemos: ¿con quién irán?.
Aquí permítasenos una digresión, al traer a estas líneas, un hecho sucedido en el proceso electoral de abril pasado y que consideramos que merece especial mención, pues pone en relieve la decisión del electorado de otorgar su voto a la juventud, decisión que otorgó la más alta votación a la carismática Luciana León, que encabeza al grupo de 4 apristas en el congreso.
Finalmente, avizoramos que narrar en esta nota todas las causas de la crisis política del APRA resulta un algo difícil dadas las razones de espacio, sin embargo volveremos sobre el tema con más argumentos sobre tan controvertido tema que puede decirse interesa a todo el país.