Titulares

“Yo me siento orgullosa, me siento feliz con mi trabajo, el trabajo dignifica a las personas”

  • Dice Emilia Paredes Torres, de nacionalidad brasilera y desde hace años, también peruana, quien se dedica a cambiar llantas pinchadas de los carros.

Hace décadas la veíamos en su casa ubicada en la calle García Sanz, frente a la Casa del Maestro. Del segundo piso bajaba el almuerzo a su pareja, Pedro Lucio Ramírez, mientras él cambiaba llantas rotas a carros pequeños y grandes.
Luego Emilia ya colaboraba con don Pedro pasándole las herramientas. Y cuando se dio cuenta, Emilia ya cambiaba llantas pinchadas a los vehículos que llegaban hasta el taller. No le gustaba mucho dice ella, pero el objetivo logrado sí que servía para mejorar su calidad de vida a punto del esfuerzo de ambos.
Y así como ella aprendió mirando, tres de sus hijos también lo hicieron. Mucho más Tania, la hija que ahora ejecuta ese oficio, pero ya no en la García Sanz, sino en la cuadra 10 de la calle Grau. Hasta el lugar llegan vehículos de entidades públicas y particulares, en busca de un servicio rápido y bueno.
Emilia, cuenta que nació en Manaos-Brasil. A los 14 años junto a otras amigas, se escaparon en un buque y no pararon hasta llegar a Iquitos. Las amigas regresaron y ella se quedó en esta ciudad. Quizá tomó “agua de sachachorro”.
Sus padres, que ya fallecieron, y su abuelita, la vinieron a visitar. Luego Emilia se enamoró de Carlos Casanova Vásquez, quien era el hombre que traía las últimas películas a Iquitos, para luego ser exhibidas en todos los cines. Falleció Carlos y Emilia, posteriormente, se unió a Pedro Ramírez, de quien aprendió el oficio. Pedro Lucio murió en el año 2020 en la pandemia covid.
“Al principio cuando uno desconoce el oficio, uno se siente muy cansado, muy pesado, pero cuando pasa el tiempo y uno va aprendiendo, se va acostumbrando. Cuando Pedro murió nos pasamos a la avenida Grau.
Acá pago 800 soles de alquiler, es un lugar pequeño, pero ahí vamos sobreviviendo. El trabajo que yo tengo no es solo para el hombre, también es para la mujer. Sin embargo, hay hombres haraganes, vagos, cobardes, que dicen no hay trabajo, les gusta que los mantengan, buscan las cosas fáciles. Trabajo hay como sea y de lo que sea, yo no tengo ningún problema con lo que hago.
Yo he sacado adelante a mis hijos, me siento feliz, orgullosa con mi trabajo. El trabajo dignifica a las personas. Gracias a Pedro aprendí todo esto, siempre lo recuerdo y estoy muy agradecida con él, fue un buen hombre” dice Emilia y nos pide que le tomemos una foto a Pedro Lucio, para que salga en el periódico. Lo hacemos con todo gusto y le deseamos a Emilia que pase un bonito Día Internacional de la Mujer.