“Yacurunas”, celebrando el Bicentenario

Llegué antes de la hora al puerto del Nanay, aun no amanecía, no había personas en la balsa de la cita. Me senté a esperar sobre una roca de cemento y al rato llegaron, sorpresivamente, docenas de personas que al principio me pareció que emergieron del río, pues, era imposible que en ese silencio nocturno no hubiese escuchado los motores de los vehículos que los transportaron.
Los miembros de la asociación deportiva Los Yacurunas1 y sus invitados que vestían, casi todos, polos de la selección peruana en señal de amor a la patria abordaron dos embarcaciones: la primera, transportaría a los nadadores en un bote de madera de color celeste, con techo de irapay que tenía la bandera nacional sujeta a uno de sus lados, anunciando el bicentenario; la otra embarcación en la que viajaríamos los invitados, era un barquito de madera de dos pisos llamado: Río Aventura, en el que surcamos el Nanay al ritmo de Los Moshacos, grupo folclórico regional.
Cuando llegamos a la playa “Pampa Chica”, había amanecido, los treinta y un nadadores que retarían al Nanay realizaban ejercicios de calentamiento corporal. El Río Aventura hizo las maniobras correspondientes para el desembarque y los invitados descendimos para participar de la ceremonia de inauguración del evento que la asociación llamó tripartitamente: I Travesía Yacurunas 8 km. Nademos por Loreto-nademos por el Perú y Yacurunas rumbo al Bicentenario.
El señor Hugo Murrieta Pizango, campeón de la Triatlón de INKAMAN el año 2000 y campeón regional de natación el año 19932 y uno de los fundadores de la asociación, inauguró la ceremonia presentando a los auspiciadores3. Le siguieron en el discurso, Paul David Tello Gatica, Jessica Calderón Sinarahua y Demetrio Márquez Díaz que cerró el evento, con su encanto infantil, arengando a la patria. ¡Viva el Perú!
Los invitados regresamos al Río Aventura, mientras el grupo de nadadores volvía al calentamiento corporal y esperaban la llegada de los Guarda Costas y Cuerpo de Bomberos del Perú B–92 CIA/ Salvadora Punchana, para iniciar la travesía bajo sus resguardo.
Desde el segundo piso de la embarcación observé como los treinta y un nadadores, entre varones y mujeres, formaban una fila larga multicolor. Cuatro de ellos sostenían por sus cuatro lados la bandera bicentenario y se dirigían al río, los Moshacos, inmediatamente, hicieron sonar a ritmo de pandilla el redoblante, el bombo y la quena, mientras el grupo entraba al río caminando y la bandera empezaba a flotar.
La fila de nadadores con medio cuerpo bajo el agua, al sonido de un silbato, formó un círculo humano con la bandera al centro, sostenida por cuatro nadadores y permaneció largo rato en actitud de oración, momento que fue interrumpido por un segundo silbatazo que disolvió lentamente el Círculo del Bicentenario, disgregándose de entre ellos los primeros nueve4 nadadores que nadarían los 8 km, desde la Playa Pampachica hasta el fundo España5. Los nadadores, inaugurales, empezaron a bajar el río nadando entre el aplauso y vítores de los que estábamos en el barco.
El bote en el que viajaban los nadadores acompañaba a cierta distancia a los nadadores, que desde el Río Aventura se veían minúsculos en el caudaloso río. Más allá estaban los Guarda Costas y a otra distancia mayor un deslizador con la brigada de bomberos de Punchana.
Frente a Manacamiri (Ungurahi Chico, traducción española de esta palabra Cocama), tres nuevos nadadores6 se lanzaron al río y se unieron a los primeros, los doce; unos de tras de otros continuaron nadando río abajo.
En este tramo de la travesía un “rápido” imprudente, a pesar de que el Guardacosta le advirtiera la presencia de los nadadores y el Río Aventura le pitara con la misma intención, no se detuvo, aún más, aceleró y cruzó temerariamente las aguas entre los nadadores y el barco. Tanto pasajeros, como la tripulación del Río Aventura, protestaron y algunos se asustaron temiendo por la integridad de los nadadores que permanecieron flotando sobre las olas producidas por el “rápido”; que más tarde fue detenido y suponemos, sancionado por el Guarda Costa.
Frente a Padre Cocha se lanzaron al río trece7 nadadores más para acompañar a los doce que venían desde playa Pampa Chica y Manacamiri, sumando veinticinco nadadores en el centro del río, nadando con ahínco hacia el Fundo España.
El río Aventura avanzaba prudentemente sobe las aguas del Nanay balanceándose graciosamente de babor a estribor, cuando los pasajeros con la intención de tomar fotografías a los nadadores se desplazaban, sin precaución, de un lado a otro sobre la cubierta de la nave. El asunto que, para mí, fue un divertimento, no lo era para el capitán de barco y su tripulación que alarmados pedían a los entretenidos pasajeros equilibrar el barco con su peso.
Mientras el barquito se bamboleaba algunas veces y los Moshacos mantenían los ánimos erguidos y alegres, un pequeño drone filmaba a los nadadores. Suspendido el artefacto a un metro y medio sobre las cabezas de los nadadores, registraba la hazaña personal que protagonizaban cada uno de ellos, en el río de los yacurunas.
En la “boca” del río Momón, afluente izquierdo del Nanay, seis8 nadadores más se lanzaron al agua para completar los treinta y un nadadores que demostraron al final del trayecto sus habilidades y destrezas para el nado en “aguas abiertas”. El grupo en su conjunto parecía un ballet multicolor y armonioso ejecutando una danza misteriosa en las aguas de este río, donde los yacurunas, según la leyenda, tienen una ciudad encantada bajos sus aguas.
Finalmente el Río Aventura acoderó en el puerto del fundo España donde desembarcamos para esperar a los nadadores. Los primeros aparecieron solitarios cerca de la orilla ocasionando un revuelo entre los invitados que se apresuraron a llegar al puerto con celulares y cámaras fotográficas para registrar sus llegadas, que fue ocurriendo poco a poco entre bienvenidas, abrazos y besos.
La premiación fue por participación, todos recibieron las medallas correspondientes y bien ganadas, pues, nadar ochocientos metros u ocho kilómetros en el Nanay, es un gran mérito que pocos alcanzan.

Pedro R. Reátegui Chuquipiondo.

1.- La Asociación Deportiva “Los Yacurunas” se formó espontáneamente el año 2009, obteniendo personería jurídica el año 2016.
2.- Tomado de Autobiografías/ Educadores Loretanos. Pag 45 y 46. Iquitos- 2021.
3.- Transportes Chávez, Perú, Farmatodo, Programa Médico Esperanza Amazónica del Perú y Sporting Victoria.
4.- Rodrigo Zamora Cardozo, Franca Pamela Alva García, Rafael Silvano Vásquez, Sthephano Rodríguez Sandoval, Christian Stefano Salas Ruíz, Karla Marcela Tang Vela (16 años de edad), Jorge René Velásquez Ruíz, Juan Díaz Vega e Italo Tamayo Chu (Trayecto 8 km).
5.- El fundo España propiedad original de don Andrés Varela Rivas se ubica en las orillas del río Nanay cerca de la confluencia del río Momón. Fue, en su mejor momento, uno de los mayores centros de producción de aguardiente, poseía entre 15 o 20 hectáreas de caña.
6.- Luz Cristina Aroca Viena, María José Sibina Boria, Miguel Bensús Oliveira (Trayecto 4 km).
7.- Juan Aching Sánchez, Paul David Tello Gatica, Anthony Pérez Angulo, Ana Arévalo Moreno, Valeria Arroyo Rodríguez, Joyrathi Bustos Cerdeira, Nayo Lliang Macedo Ruíz (12 años de edad), Verónica Chong Vásquez, Carlos Andrés Ríos Varela, Rosa Milagros Ruiz Sifuentes, Mathías Sebastián López Ríos (12 años de edad), Emyr Garay Sánchez (10 años de edad) y Carolina Castañeda Reátegui (Trayecto 1.5 km.)
8.- Prathana Mae Reátegui Supo (11 años de edad), Edgard Gonzales Díaz, Rubén Arévalo Cueva, Susana Vásquez Mendoza, Samar Alván Rubio y Joaquín Pareja Díaz (16 años de edad). (Trayecto 800,00 metros)