Reverendo Padre, Joaquín García Sánchez, director del CETA.
- “Yo quisiera que de restaurar el templo se recupere todo su brillo y esplendor antiguo” y dijo luchará por ello.
- “Llegó un momento en que la Iglesia quedó cerrada porque no había la posibilidad de que fuera atendida”
Luego de los momentos tensos vividos por el incendio, la noche del lunes, por el sector del centro histórico del distrito de Iquitos. De principio tenemos que indicar que por error involuntario el nombre de la iglesia católica siniestrada salió con otra denominación (La Inmaculada Concepción) siendo la correcta: Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, que forma parte del Patrimonio Arquitectónico e Histórico de la Nación.
Como informamos en nuestra edición de ayer, la Iglesia en mención que se ubica en la primera cuadra de la calle Nauta, en toda su parte interior ha quedado en cenizas, como se pudo observar ayer por la mañana. Lo que tendrá que conocerse son las condiciones en que han quedado las paredes y si podrán restaurarlas o tendrán que demolerlas. Esto lo tendrá que decir el informe técnico de las entidades responsables que incluye a los Bomberos y Defensa Civil que es parte de la Defensa Nacional.
LA IGLESIA SE REMONTA AL AÑO 1933 Y DEBE RECUPERAR SU BRILLO
En diálogo con quien fue el impulsor del rescate de las edificaciones de parte de nuestra historia como ciudad en crecimiento, específicamente de la época del caucho con gran influencia arquitectónica europea, el reverendo padre Joaquín García Sánchez, director del Centro de Estudios Teológicos de la Amazonía, CETA, sentimos su gran pesar y preocupación por la restauración del templo Nuestra Sra. de La Consolación.
“Se ha perdido un monumento histórico, la iglesia Nuestra Señora de La Consolación, que fue afectada por el incendio que se inició en uno de los stands de artesanía regional ubicados en Nauta primera cuadra. Ciertamente la iglesia se remonta al año 1933, donde todo lo que constituía al templo era de material noble como habrá podido comprobarse, como el retablo y otros objetos que son de la época”.
Agregó que un elemento sustancial es la pérdida “que de alguna manera tenemos que abordar los que somos responsables de la Iglesia y de otras entidades porque es Patrimonio de la Nación y me imagino que el restaurarlo debe tener un costo altamente significativo. Yo quisiera que de restaurarse el templo se recupere todo su brillo y esplendor antiguo”.
Explicó que esa Iglesia constituye el primer núcleo de tradición en el mismo centro de la ciudad. Primero hubo una capilla y ésta la que se quemó era la segunda versión que se inauguró en el año 1933. Su construcción empezó en 1931. Cientos de gentes se casaron ahí por el padre Jesús García y el padre Silviño Treceño. “Es decir ha sido un núcleo de experiencias profundas religiosas, pero además era el lugar donde se celebraban las novenas y había una devoción popular a la Virgen de La Consolación, la imposición de la correa”.
Recordó que cuando llegó a Iquitos no habían reconocido a ningún edificio. “Sin embargo, hemos conseguido que se declaren como 90 edificios Patrimonio de la Nación. Esto es quizás lo que más duele, ahora el edificio, en vista que no podían señalar una función, lo alquilaron para hacer una suerte de hotel de más o menos lujo, un proyecto turístico”.
QUEDA PENDIENTE EL PROCEO DE RESTAURACIÓN
“No tengo idea por la sencilla razón de que todavía no nos hemos reunido para poder tomar una decisión, solamente te digo el dolor que ha producido la pérdida de un bien tradicional declarado Patrimonio de la Nación y sobre todo lo que más me duele es la pérdida de ese lugar donde tantísima gente fue en busca de alivio a sus pesares y la superación de todos aquellos males de la vida”.
Agregó que tratará por todos los medios, tanto por la municipalidad de Maynas como por parte del gobierno regional de Loreto, “de que entendieran que se trata de un bien patrimonial, que da relevancia y prestancia a la ciudad, y tendría que restaurarse como se hizo con la catedral de Yurimaguas que ha sido financiada por el Gorel. Entonces, tengo esa intención, luchar para hacer de esta ruina una fuente de unidad y de recuperación de todo lo que significaba el patrimonio profundo religioso que ha podido dejar la herencia del pasado”.
UNA IGLESIA QUE SALIÓ DEL OLVIDO TRAS EL SINIESTRO
“Eso es cierto, de vez en cuando no se puede negar yo hacía ahí un matrimonio, velorio o alguna devoción; luego cuando ya más tarde entró el Seminario que ahora ya no funciona ahí, está por Santo Tomás, le daba cierta prestancia al sostenimiento de esa devoción donde mucha gente de la ciudad solamente iba a esa misa. Llegó un momento en que la Iglesia quedó cerrada porque no había la posibilidad de que fuera atendida con otro sacerdote por lo cercana a la iglesia Matriz”. Ahora parece vendrán nuevos tiempos para la Iglesia Nuestra Señora de la Consolación. Todo depende de que se logre su restauración y se levante de las cenizas. (D.López)





