Miguelina Acosta Cárdenas: La primera abogada litigante del Perú

Pese a ser un personaje muy importante en la historia peruana, Miguelina Acosta Cárdenas no es alguien a quien se le conozca mucho, por ello, la Asociación Cultural Miguelina Acosta Cárdenas en coordinación con la Municipalidad Provincial de Maynas, realizará un gran evento sobre la vida y obra de Miguelina Acosta Cárdenas.
Los organizadores hacen extensiva la invitación, pcitando de esta manera al público en general, para el día miércoles 05 de mayo del presente año, en el cual se realizará la inauguración del evento y, el día viernes 07 de mayo se realizará la exposición propiamente dicha, sobre la vida y obra de Miguelina Acosta Cárdenas, a partir de las 5:30 pm respectivamente, en la Biblioteca Virtual Joaquín García Sánchez, ubicado en la esquina de Távara con Fitzcarrald, con aforo limitado y con las debidas medidas de bioseguridad. Sin embargo, la exposición quedará disponible para apreciación de todo el público en la mencionada biblioteca durante todo el mes de mayo.
Se conoce que Miguelina Acosta Cárdenas fue la primera mujer peruana en haber constituido su propio estudio jurídico para llevar casos en defensa de las mujeres, indígenas y trabajadores del siglo XX.
Miguelina Acosta Cárdenas poseía un pensamiento revolucionario para su época que la llevó a ser la pionera en casi todo lo que hacía. Además de ser la primera abogada en ejercer su carrera, también fue la primera mujer en ser perseguida políticamente, la primera en convocar a marchas de mujeres y la primera en tener su estudio jurídico al servicio del pueblo.
Nació el 23 de noviembre de 1887 en Yurimaguas, Loreto, en medio de la selva peruana. Fue hija de una familia dedicada al comercio y exportación en la época del caucho, durante su época escolar le tocó acompañar a su madre hacia Europa para que ésta reciba tratamiento psicoterapéutico por una extraña enfermedad que padecía. Esto le permitió conocer países como Alemania, Italia y Suiza, en este último, Miguelina cursó sus estudios básicos y termina la secundaria, es allí también donde conoció de cerca la organización de los movimientos sindicales. A su retorno al Perú, presenció las consecuencias socioeconómicas de la caída de las exportaciones caucheras.
Miguelina fue una de las pocas mujeres que decidieron estudiar Jurisprudencia (abogacía) en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en la cual tuvo serios problemas para lograr ingresar, no por un bajo nivel intelectual, al contrario, fue una mujer sumamente inteligente y analítica. Sus principales problemas para lograr ingresar a la universidad se presentaron por ser mujer, debido a que en esa época la mujer era limitada para acceder a estudios universitarios, y, porque sus estudios básicos los realizó en Europa y no en Perú, por ello tuvo la dificultad de convalidar sus estudios secundarios, sin embargo, siguió cursos acelerados que finalmente le permitieron lograr su convalidación e ingresar a la San Marcos. Pero ahí no terminan los problemas, durante los primeros años de su vida universitaria presentó un problema en los ojos que la dejó ciega por corto tiempo gracias a que recibió tratamiento oportuno, recobró la vista y pudo seguir estudiando hasta graduarse como abogada.
Los grandes aportes que realiza Miguelina se encuentran consagradas en sus tesis denominadas “Nuestra institución del matrimonio rebaja la condición jurídica y social de la mujer” y “Reformas necesarias del código civil común peruano para tendientes a hacer efectiva la igualdad civil y jurídica del hombre y la mujer”, para obtener el bachillerato y doctorado en Jurisprudencia, en junio y octubre de 1920, respectivamente. Sus tesis hablan sobre la mujer que en esos años eran tuteladas por sus esposos, tratan sobre los derechos que las mujeres no tienen y defendía a la mujer para que pudiera tener participación en actividades a nivel jurídico social.
Miguelina junto a su gran amiga investigadora y periodista Dora Mayer, crea una revista denominada “La Crítica” que tenía como ejes temáticos: el indigenismo, el feminismo y el sindicalismo. En el cual, exponían denuncias recibidas de las provincias, de los indígenas y sobre temas de política. Asimismo, Miguelina tenía una pequeña columna sobre textos y diálogos sarcásticos de política como una plataforma a favor del feminismo y sindicalismo. Cabe resaltar, que Miguelina colaboró con José Carlos Mariátegui en “Siete ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana”, describiendo la problemática de la selva para que él la pudiera analizar y escribir al respecto.
Por otro lado, en su calidad de presidenta del comité Pro-Abaratamiento de subsistencias, convocó el primer movimiento femenino para reclamar el alza de los precios de los productos y terminó encarcelada hasta en tres ocasiones por levantar su voz de protesta, convirtiéndose de esta manera como la primera mujer peruana en ser perseguida política.
Miguelina no sólo fue política, abogada, feminista y sindicalista, sino también un excelente ser humano que ayudó a los que más lo necesitaban. Por ejemplo, una tarde se incendió una casa en la que moraba una mujer que luego de todo no tuvo a donde ir a vivir, entonces Miguelina la recogió y le ofreció ir a vivir con ella.
En 1933 con tan sólo 45 años y un futuro prometedor, Miguelina fue víctima de una mala praxis odontológica, pues, le hicieron una mala extracción de una muela que se no se curó, se le infectó y esto la llevó a su lamentable muerte, dejando un gran legado de lucha por seguir.
(X. Vargas)