En varias oportunidades nos hemos referido a la velocidad extrema que se evidencia en la carretera Iquitos – Nauta, y cómo estos actos irresponsables ocasionan graves accidentes comprometiendo estados de salud física y psicológica y hasta muertes instantáneas.
Lo más preocupante es en el transporte de pasajeros y mediana carga, en los carros que llevan de cuatro a seis pasajeros, donde la vulnerabilidad por manejar en alta velocidad no permitida, por más que se trate de una carretera es: de vida o muerte.
Este tipo de vehículos en una velocidad responsable hacen el tramo de Iquitos a Nauta en dos horas, pero alguno por ahí lo quiere hacer hasta en una hora, prácticamente volando en pista a lo largo de los 93 kilómetros de pista, y esto se tiene que corregir o por lo menos supervisar con mayor eficiencia.
Se puede observar a la policía revisando si en estos u otros vehículos haya personas registradas con orden de detención, solicitando para ello el respectivo documento de identidad, lo cual está correcto, pero nos preguntamos si pudieran ver la forma de vigilar y notificar a los vehículos que se exceden en velocidad, para prevenir accidentes. Hubo fatales que hasta en vehículos particulares enlutaron familias.
Otra parte curiosa es que, si algún pasajero atina a reclamar al chofer por conducir en excesiva velocidad, no se da el respaldo de los demás ocupantes por la justificación de que están apurados en llegar, o porque están contra el reloj para tomar en el puerto de Nauta una nave fluvial que los conducirá a otro destino.
En varios casos no llegaron a ningún destino más que a la eternidad, o a quedarse de por vida con alguna invalidez física, o con un trauma psicológico marcado por el resto de la existencia.
Del mismo modo, se tiene que notificar a los propietarios de los terrapuertos locales y que cuentan con convenios con choferes que tienen vehículos propios, para que se brinde la sensibilización permanente para respetar sus propia vida y la de los demás, así como la falta o delito que implica no cumplir con el reglamento de tránsito, que se espera se implemente un mejor control en la carretera.