- Niños estudian con lamparín y velas
Hace un año que vienen exigiendo a la empresa de Electro Oriente la electrificación de 48 viviendas que hay en el asentamiento Humano 22 de Abril en el centro poblado de Rumococha y hasta la fecha no hay nada.
El día de ayer un grupo de pobladores protestaron para exigir a la mencionada empresa la instalación de acometida en baja tensión y medidor trifásico, en dicho asentamiento humano.
Los manifestantes indicaron que solicitaron con urgencia al ingeniero Edwin Chinchay, jefe del departamento de distribución de Electro Oriente, la instalación de acometida en baja tensión y sistema de medición global del AH 22 de Abril, pero hasta la fecha solo reciben promesas.
Incluso los funcionarios de esta empresa indicaron a los pobladores hacer cuatro huecos y poner base de arena y cemento para que instalen los postes que servirán para la instalación de los cables, pero no hay nada de nada.
Estos huecos se han convertido en pozos de agua, debido a las constantes lluvias que se registran en el lugar, hoy se ha convertido en foco infeccioso del dengue y la malaria así como nidos de huevos de zancudos.
Los vecinos señalaron también que constantemente son víctimas de ataques de reptiles especialmente de serpientes que ingresan a sus viviendas. Incluso un morador ya fue víctima de la mordedura de un cascabel, felizmente lograron llevarle a la posta médica de este sector, donde le dieron un suero antiofídico para salvarle la vida.
Entre tanto, el ingeniero Edwin Chinchay señaló que a raíz de esta protesta, en los próximos días tomará en cuenta esa solicitud y dará prioridad a los pobladores del AH 22 de abril para que se ejecute de inmediato la instalación de acometida en baja tensión y el sistema de medición global y no tengan que estar pasando por esta situación terrible, en especial los menores de edad.
Por su parte, la señora Verónica Castro Rivas, secretaria general de dicho asentamiento, señaló que si los funcionarios de Electro Eriente no cumplen con lo prometido, tomarán medidas radicales.
(C. Ampuero)