El internacionalista Ernesto Velit, afirmó que la Declaración de Lima, suscrita entre los cancilleres de diversos países de la región, representa “un ejercicio de unidad continental” de apoyo frente a la crisis que vive Venezuela. “Es una declaración rotunda, enérgica y condenatoria”. Es lo que Velit declaró en el diario oficial El Peruano.
Remarca que “Ha sido una demostración de unidad frente a los atropellos del gobierno venezolano contra la población. Representa un ejercicio de unidad que es ejemplar para todo el continente de cómo los países superan cualquier diferencia, a fin de poder consensuar una posición de condena a la dictadura de Nicolás Maduro”.
Afirmó que se trata de un pronunciamiento “muy claro” y que señala “cuáles son las preocupaciones de la región ante el drama que pasa el pueblo venezolano”.
Es lo que ha transmitido Velit, y que como sabemos es un drama que ha traspasado las fronteras y que está en los ojos de todo el mundo, como muchos acontecimientos de países que requieren el pronunciamiento de países, hasta la posible intervención porque son actos que alteran la estabilidad mundial. Nada está aislado, de uno u otro modo nos compete.
También se ha referido al tema el analista político Luis Nunes Bertoldo, quien precisó que el documento firmado en Lima permitirá que, si se celebran elecciones en Venezuela, “estas estén bajo la supervisión internacional. Veo una declaración en la que se condena abiertamente la ruptura del orden democrático y se desconoce todo acto de la Asamblea Nacional Constituyente. Estos dos puntos son muy importantes”, afirmó.
Entonces así, los cancilleres han cumplido con sus funciones y hasta han abarcado un tema humanitario. En los otros lados del continente también las naciones se pronuncian y rechazan lo que viene ocurriendo en Venezuela. Así, la Unión Europea y los Estados Unidos de América, se muestran atentos a los acontecimientos y evaluando más posibilidades de presión. Pero, el problema es que hay una población civil ajena a vaivenes políticos que está pagando las graves consecuencias.
Y los países latinos también están viendo la forma de complicarles la vida a los venezolanos que tocan sus puertas para pedir sean recibidos temporalmente, mientras las cosas se estabilicen en su amado país llanero. Nuestro país no ha sido la excepción y la Cancillería está ofreciendo ciertas facilidades. El asunto es que está crisis de gobernanza tiene que encontrar una salida pacífica. Por lo menos eso es el deseo.