Sin lugar a dudas, la generación actual, en su mayoría por falta de información, no conocen la estela de enseñanza y conocimiento dejada por ilustres personajes que desde el pupitre, el púlpito, la cátedra o los medios de comunicación, legaron un importante bagaje de conocimientos literarios, musicales, magisteriales a nuestras generaciones futuras. De allí que en la actualidad se precise la creación de un patronato que recopile toda la creación cultural lograda por nuestros ancestros, para así poder señalar pautas que realcen lo que fue, fueron y siguen siendo todos los valores que engalanan las artes, en nuestro caso, regionales.
Un respetable maestro, sacerdote agustino, que recorrió de un lado a otro nuestra selva amazónica, empapándose de sus problemas, evaluando sus riquezas naturales, educando a vivientes de ribera y colaborando con los naturales en la construcción de sus modestas viviendas; fue el padre Avencio Villarejo, quien nos legó el más ilustrativo libro que con su título «ASÍ ES LA SELVA», es considerado el más admirable compendio de formas y sentimientos amazónicos.
Es en base a algunos de los muchos méritos arriba expuestos, que el ex general FAP Óscar Dávila Zumaeta, Presidente del Club Loreto-Casa de la Amazonía, ha enviado la semana que pasó, una carta personal al alcalde de Maynas, Salomón Abensur Díaz, solicitando en nombre de los loretanos residentes en Lima y la región Loreto en general, la designación de una calle de Iquitos con el nombre del ilustre sacerdote que según sus propias palabras, como relata el general Dávila, vivió 14 años en nuestra selva amazónica y pasó el resto de su vida exaltando sus bellezas. Se añade a lo antes dicho el complemento de la frase «..conviví con sus moradores y me hermané con ellos. Quiera Dios que algún día mis restos mortales, descansen en el pueblo al cual dediqué mi vida, mis sueños y trabajos».
Conocedores del espíritu de colaboración que caracteriza a nuestro burgomaestre, estamos seguros que su respuesta será afirmativa y la designación de una calle de la ciudad con el nombre del padre Avencio, será una realidad, posiblemente cuando lo restos mortales del ilustre sacerdote lleguen a Iquitos, gracias al empeño y dedicación con que el Club Loreto viene trabajando para tal ocasión, a realizarse antes del 20 de agosto del presente año.