Las fotografías que ilustran la tragedia vivida por los moradores de Belén Zona Baja, es muestra evidente del desorden y la precariedad en que viven. Casuchas sostenidas por palos, con techos de hoja de palmera instaladas en un paisaje de miseria y abandono de sus autoridades, no puede ser precisamente un homenaje a Venecia para ser llamada así.
Será impactante a la vista del visitante contempla este panorama. Belén es un pueblo viejo, por el que las autoridades poco o nada han hecho para modernizarlo, para poner las condiciones básicas para vivir. Ni cuando fueron elegidas sus autoridades locales, sus pobladores han tenido la suerte de ver cómo su pueblo adelantaba.
Belén se ha mantenido a través del tiempo como lo que es, un espacio donde reina la informalidad del comercio, la suciedad, los focos infecciosos de las más peligrosas enfermedades y cómo no, bandas de delincuentes, zonas rojas controladas a punta de pistola, adonde la policía quiso tener entrada alguna vez, habiendo sido expulsada del lugar.
Es caótica la situación de Belén. Eso lo sabemos todos y ahora también el Presidente Humala, que ha dispuesto un plan de mejoramiento y construcción de viviendas, agua, desagüe, pistas y veredas donde deberán estar involucrados los gobiernos regional y distrital. Con la presencia del gobierno nacional las obras se van a ejecutar a la brevedad posible y eso es gratificante saberlo.
Este será un cambio histórico, dijo el presidente. Y en eso estamos de acuerdo, señor.