Escrito por: Gianncarlo Scavino Mestanza (*)
El proyecto político al cual han ingresado movimientos como UNIPOL, MIL, FUERZA LORETANA, MERA, LORES, NACIONALISTAS, FUJIMORISTAS, etc. sin contar las lides nacionales como el APRA, AP y un poco más alejado el PPC en nuestra región, simbolizan desde su organización y política interna la estructura «sólida» de un proyecto que tiene como objetivo; primero, buscar ganar las elecciones, y segundo, reflejar un estilo de gestión política, desde la organización, los planes de campaña, y con ello el proyecto de propuestas coherentes, reales y afines a la problemática social de los pueblos y/o ciudades.
El alejarse de los problemas reales de cada base, ciudad o eje de desarrollo social convierte al proyecto político en timorato, afiebrado y ciego, embelezado por el poder, y vitoreando con descaro la posibilidad de realizar el mayor «zafarrancho» en gestión en caso que ganen.
El motivo del proyecto político es buscar entre sus cuadros y sus ideales las mejores propuestas hechas realidad frente al convencimiento posterior de una ciudadanía que confía en la propuesta y no en la dádiva, menos en la corrupción; partiendo de ahí, sabemos que estos Movimientos Políticos tienen un bien común como objetivo, y al margen de sus bitácoras ese bien común es HACER LAS COSAS BIEN, en el plano de la administración del poder.
Bajo esta premisa, el modelo político de gestión desde mi punto de vista debe reflejar el proceso de cambio en la administración pública, y debe partir por conocer la problemática social álgida, emergente y que impulse el desarrollo; quiere decir que debemos ser coherentes con nuestras propuestas, partiendo de los motivos y razones que nos aquejan a la gran mayoría.
Esto ayudara a dar propuestas de solución y no perder el tiempo (como candidatos) a veces de oposición, en insultar indirectamente a quienes por ignorancia ahora son autoridad política y no han hecho nada, la idea no es hundirlo más, la idea es salvar la situación.
Bajo estas condiciones y premisas, se recogerán las informaciones relevantes, a fin de armar la propuesta de Plan de Trabajo y esquematizar la estrategia de campaña, me refiero a ubicar a los referentes y líderes de opinión para la difusión de las propuestas, propuestas coherentes, sustentadas y planificadas. Esa información y ese estudio previo aportaran a emplear un discurso menos retórico y más real, más sano y más transparente
La idea es educar a la población en las contiendas electorales, sin desesperarse, sin creer que la vida se pasa en un periodo de 4 años, como si fuésemos adivinos de los 6 números de la Tinka, para cuando el Partido del compadre gane las elecciones, es decir, eduquemos, trabajemos por el futuro inmediato.
La organización y la planificación de campaña es un tema que refleja la estructura vital del movimiento, refleja la acción a realizar cuando sean autoridad elegida, recuerden que el propósito de servir, es el propósito por el cual gracias a la elección democrática y haciendo uso de los derechos de la libertad de escoger, un pueblo ha puesto a un PROYECTO POLÍTICO para hacer REALIDAD POLÍTICA.
Esta organización, fundamentada en las áreas operativas del movimiento, las mismas que pueden ser: área de campaña, área de campo, comité de plan de trabajo, área de prensa, comité central, etc. Deben estar cimentadas en sus funciones, reportando y aplicando las acciones a fin de cumplir los objetivos, con actividades coherentes y coordinadas, pero sobre todo, alineados a la plena consigna del bien de todos, nunca de unos cuantos.
Ese precepto es un ideal, es el origen del proyecto: «Alineados a la plena consigna del bien de todos, nunca de unos cuantos»
Cuando hablamos de pragmatismo en los movimientos políticos, hablamos de inclusión, en la posibilidad de unir esfuerzos para buscar solución a los problemas de todos, no de unos cuantos, todos los sectores, hablamos en realizar el cometido unificador por el bien de nuestros futuros y la calidad de vida de nuestra gente.
Este texto no mitifica la utopía política, menos intenta ser un presagio hecho campaña, menos aún, quiere ser el texto demagógico, pluralista ni apologista, por lo mucho y a lo que siempre he estado abocado, es a demostrar y clarificar a los lectores y con ellos a multiplicar el mensaje, que la unión hace la fuerza, y en la política, aunque digan lo contrario, este precepto es poderoso, lamentablemente nuestros dirigentes y actuales políticos NUNCA lo han usado.
Son los movimientos políticos a través de sus comités centrales, sus candidatos, sus asesores, sus estrategas, son también los medios de comunicación y también los líderes de opinión, quienes deben entender que para salvar a la política de los malos políticos necesitamos engendrar líderes capaces, técnicos, profesionales, y por sobre todo personas probas, capaces de entender y hacer entender que lo que NO necesitamos para administrar poder, es egoísmo.
Si el pedido a los movimientos políticos es no sólo hacer una campaña limpia, sana, transparente y creadora de una dosis de cultura electoral, pasión por lo bueno, por las ideas inclusivas y no por las ideas separatistas, sino también hacer una campaña educativa electoralmente, la misma que reflejará una visión de gestión en el futuro.
Somos los jóvenes y los más jóvenes aún, quienes con la enseñanza de esta y otras campañas estaremos preparados para afrontar el presente de la región. Por lo tanto, también somos nosotros amigo lector, quienes tenemos esa responsabilidad de entender cómo se debe manejar este proceso.
* El autor es administrador de empresas, especialista en marketing, profesor del Instituto Peruano de Acción Empresarial giscavino@gmail.com