Todos los santos

En este día queremos compartir con ustedes queridos lectores la necesidad espiritual de referirnos a las personas buenas, que es el punto de partida para la santidad que busca ser aceptados más allá de la muerte, en la vida eterna, en el reino de Dios en los cielos.
Hoy, de acuerdo a la celebración cristiana es el Día de Todos los Santos, como todos los 1 de noviembre de cada año, donde rendimos homenaje a todos los santos oficializados, y a los que quedaron en el anonimato. Son ellos los que han alcanzado la santidad y la vida eterna con Dios.
Es decir, estamos recordando a los santos que están en los cielos, pero ¿tendremos santos de carne y hueso vivos obrando en la tierra? No, para ellos no es esta celebración, es para los muertos, y en general es para todos los difuntos por quienes oramos que el Señor les perdone sus pecados terrestres y puedan ser aceptado en su reino.
Y seguimos con nuestra necesidad espiritual de preguntarnos, si no será mejor también celebrar a los santos vivos que están haciendo obra en la tierra y que merecen nuestro apoyo para que se multipliquen las ayudas y así honrar el paso de Jesús por el planeta.
Por supuesto que, reconocer a las personas buenas que ya se fueron de esta vida, entendemos que es como tomar el ejemplo que nos dejaron para seguir, sin ser reconocidos como santos, en la realización de acciones positivas en bien del prójimo como ellos y ellas lo hicieron.
Así en este día que podemos respirar y sentir tendríamos que evaluar si nos ayudaría a crecer espiritualmente la mayor cantidad de acciones positivas que hagamos. ¿Será?
Lo que tendríamos también que hacer es, clarificar en familia, con nuestros hijos, hijas, amigos, conocidos, los de la hermandad, etc., lo que tenemos entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre, fácil de si no confundirnos, quizás nos enreda.
De pronto aparecen los disfraces de demonios, de brujas y de cuanto se parezca al terror entre risas, burlas, calabazas y caramelos, al mismo tiempo están los altares que veneran al Cristo Morado o de Pachacamilla a su paso en la procesión, también el Día de la Canción Criolla con jarana y mucho alcohol, y a las horas en los cementerios nos vamos a arrodillarnos frente a santos y difuntos. De todo en pocas horas. Dios nos coja confesados.