La demanda está desde hace buen tiempo en la lista de reclamos de los trabajadores y es el incremento del sueldo mínimo vital de 900 hasta 1,500 soles, pero esta modificatoria sigue pendiente frente a la exigencia de miles de trabajadores del país que ya están dejándose sentir a través de paralizaciones de labores.
El panorama así se muestra muy tenso más aun estando a finales de año cuando se concentran en actividades de cierre de año en todas las entidades del Estado y sabemos que el problema de pago (como muestra están varias municipalidades) sigue sin solucionarse. También en sectores públicos como Salud donde el problema afecta a los usuarios más directamente.
Esta semana se viene dejando sentir aún más la situación crítica de los sectores en cuanto a presupuesto para el pago, principalmente de trabajadores por la modalidad de Locadores y que llevan más meses impagos. Y la verdad que no se ve solución rápida, por lo menos eso es lo que trasciende de voces municipales por la falta de liquidez.
Se espera que todo este tema social traumático porque de por medio está el sustento de familias enteras que se ha basado en este ingreso suspendido, lleve a un mayor análisis de las cuotas o plazas laborales conforme al presupuesto para que no dejen de cumplir con los sueldos que es sagrado.
En este tema hay una aspecto preocupante y es que la gran cantidad de trabajadores que contratan las gestiones de turno se van quedando en las entidades por medidas cautelares lo que va generando estas insolvencias para pagos, porque al parecer existe la necesidad del servicio pero no están debidamente presupuestadas las plazas.
Las autoridades de turno y del sector laboral debe analizar esta constante en las entidades del Estado y se den las normativas que no generen falsas expectativas o brinden el sustento presupuestal para atender de forma sostenible en el tiempo y no que cada periodo se den estas crisis inhumanas.
Es importante que las dirigencias también contribuyan al análisis porque se trata de la situación de personas y se tiene que corregir en base a la realidad de cada entidad, porque tampoco se puede tugurizar a las instituciones innecesariamente, menos cuando el presupuesto para remuneraciones es limitado. Desde el ministerio de Economía ya es tiempo también que se manifiesten en aras de soluciones definitivas.