Tala ilegal de árboles: Urge Sanciones drásticas.

En un gesto que es clamor general en los países amazónicos, el gobierno uruguayo mediante su Ministerio del Ambiente, aplicó severa  sanción a una de las tantas empresas brasileras que desarrollan actividades extractivas en los bosques del Uruguay.

La sanción es consecuencia del aprovechamiento de diversas empresas ganaderas del Brasil, que aprovechan parte de la vía  construida de la carretera interoceánica, para producir catástrofes ecológicas sin nombre que dañan, no sólo al país agredido, sino al mismo Brasil.

En esta ocasión el gobierno uruguayo ha actuado con severidad y es apoyado por todo el concierto amazónico, pues la empresa agroganadera sancionada ha incurrido en una gravísima violación no sólo ecológica, sino territorial, pues han depredado los bosques que  son hábitat de uno de los últimos grupos de indígenas latinoamericanos no contactados como son los Ayoreo -Totobiegoso, que habitan en el norte del Chaco paraguayo.

La presente información viene a colación dado el abusivo trato que reciben nuestros bosques a manos de extractores de madera ilegales, que violando toda regla y ley de protección vigente  en el país, depredan ingentes espacios de nuestra selva amazónica pensando sólo en las ventajas económicas que  les permite tal acto ilegal, sin tener en cuenta que su delictivo proceder pone en grave peligro a toda la extensión amazónica de esta parte del país.

Hay que señalar que esta no es la primera vez que nos ocupamos del tema, pero seguiremos  con la cantaleta  hasta que las autoridades respectivas, no sólo las locales o regionales, sino también las del gobierno central adopten medidas más drásticas contra los infractores, los mismos que pese a haber sido sorprendidos en plena faena de comercialización de madera extraída ilegalmente, continúan en libertad, pese a que la ley vigente sanciona con pena de cárcel  tal delito.

El ejemplo de Uruguay nos señala el camino a seguir. Sólo sanciones que señalen penas de cárcel  y de  carácter pecuniario, se harían  sentir y podrían disuadir a los violadores de las leyes a seguir cometiendo tales tropelías.