No hay que agredir al lenguaje.
Otra vez y sin ánimo de pecar de puristas en cuanto al uso de nuestro idioma, tenemos, como obligación natural, que discrepar con los colegas de un diario capitalino que al alimón con alumnos de una prestigiosa entidad de innegable prestigio, desarrollaron una encuesta para determinar qué programa televisivo era el mejor estructurado y cuál…