De paujiles pucacungas y otros animales no domesticables
La mamá paujil voló hacia las copas de los árboles con gran estrépito. En el suelo, camuflados entre las hojas secas, quedaron sus dos pollitos recién nacidos, literalmente con pedazos de cáscara todavía pegados al trasero. Mi guía, curtido mitayero del pueblo de Jenaro Herrera, se apresuró a tomar uno y me dijo que agarrase…