Soldados del batallón «Glorioso Ayacucho» denuncian presuntas irregularidades en El Estrecho

  • También denuncian haber sido víctimas de castigos físicos, verbales y psicológicos.

Un nuevo escándalo sacude al Ejército Peruano. Soldados voluntarios del Batallón Selva Nº 3 «Glorioso Ayacucho», destacado en la zona fronteriza de El Estrecho, en la región Loreto, han denunciado presuntas irregularidades en el manejo del presupuesto destinado a su rancho, además de maltratos y abusos por parte de sus superiores.

Fuentes cercanas a los soldados aseguran que estos son obligados a realizar tareas que consideran humillantes, como sustraer productos de chacras cercanas para suplir las deficiencias alimenticias y recolectar ramas y palos para cocinar sus alimentos. Todo ello ocurre pese a que el batallón contaría con un presupuesto asignado para el uso de cocinas a gas.

Los soldados también denuncian haber sido víctimas de castigos físicos, verbales y psicológicos, además de sufrir la negación de derechos básicos como una alimentación adecuada y tiempo suficiente para el descanso. Estas condiciones han generado un clima de temor y frustración entre los miembros de la tropa.

Las denuncias también señalan una posible colusión entre el personal de inteligencia destacado en la zona y los responsables de las irregularidades, pertenecientes a la Quinta División de Ejército. Se presume que este personal habría omitido reportar información clave al comando regional, dificultando así la investigación y permitiendo que las irregularidades persistan.

Hasta el momento, el Ministerio de Defensa no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre estas denuncias. Sin embargo, la gravedad de las acusaciones pone en tela de juicio la gestión y el manejo de recursos en una de las zonas más sensibles del país, fronteriza con Colombia.

Organismos de derechos humanos y familiares de los soldados han exigido que se realicen investigaciones inmediatas e independientes para esclarecer estos hechos y garantizar la seguridad de los denunciantes. “Los soldados merecen respeto y condiciones dignas para cumplir con su servicio a la patria”, declaró un familiar.

Este caso resalta la necesidad de mayor transparencia y supervisión en las instituciones militares, especialmente en zonas de alta vulnerabilidad. La investigación periodística continuará recabando información sobre el manejo del presupuesto y las condiciones de vida de los soldados, así como sobre las responsabilidades de los altos mandos involucrados.

Se espera que en las próximas horas surjan nuevos detalles que permitan esclarecer estas denuncias y que las autoridades competentes tomen las acciones necesarias para garantizar justicia y proteger a los afectados.

(C. Ampuero)