El nivel de los ríos está de bajada, aunque un poco lento por las constantes lluvias que en algunos sectores mantienen el nivel de inundación, pero sin alertas que podría seguir la elevación del caudal, porque se ha iniciado la decreciente y la próxima aparición de las playas en unas semanas.
Lo que nos pareció tierno y a la vez duro de afrontar una realidad que no tienen nada de atractiva desde el aspecto de la salubridad, sin embargo, tiene un “no se qué” que jala visitantes interesados en conocer de cerca la llamada “Venecia loretana”. Algunos dirán figurativamente que no le llega ni a los talones a la Venecia italiana.
Pero, reiteramos que la zona baja de Belén, la inundable, tiene su encanto quizás por el color caramelo de sus aguas, por las casas balsas flotantes que tiene base de madera “topa” con propiedades de flotar y resistir la infraestructura de casas de material selvático. Aunque ya no son todas así, pero mantiene su imagen de pueblo sobre las aguas del río.
Es un todo, que hasta encierra la cosmovisión de quienes, viniendo de diferentes zonas rurales e indígenas de la región, han impregnado en su vida cotidiana costumbres que trasciende e interesa conocer a quienes los visitan, donde hasta la pobreza parece atractiva.
Lo triste es que la juventud que se siente orgullosa de hacer nacido y sigue viviendo en Belén, haya normalizado la insalubridad, lo que se ha revelado en un video de redes sociales, donde uno de los comentarios refiere ese tema, mientras el joven presentador del vídeo explicaba que no eligieron vivir allí, pero a su manera son felices.
Se comentó que bañarse en esas aguas puede parecer muy refrescante, pero, con el riesgo de toparte con restos de heces que salen de los baños que están bajo el agua. A lo que el sencillo y humilde joven presentador desde su canoa pidió a las autoridades se aplique la tecnología para lograr un sistema de desagüe en ese sector, por la salud de sus habitantes, por la limpieza del río Itaya, porque es un derecho constitucional, y sobre todo por los turistas nacionales y extranjeros que a pesar de todos los defectos aprecian mucho el panorama de esta pequeña urbe fluvial flotante.
“Pueblo chiquito, muy pequeñito que necesitas de tantas cosas”, como cantaba Raúl Vásquez. Algún sistema de desagüe debe adaptarse a la realidad de Belén. Tal vez alguno de los candidatos tenga una propuesta real para este sector histórico de la ciudad de Iquitos.
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