“Si tuvieran una línea de base sería fácil responsabilizar el impacto sobre los ecosistemas”

– Dr. Luis Campos Baca

– Así, “los conflictos se resolverían más fácilmente”, comentó presidente del IIAP.FOTO sobre informe IIAP

El presidente del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana, doctor Luis Campos Baca, entregó oficialmente al representante de Perenco, José Mansen, el informe técnico final del proyecto “Evaluación de los recursos hidrobiológicos de los ríos Arabela y Curaray, en la cuenca del río Napo”, en el que se presentan los resultados de los tres años de evaluación que sirvieron de sustento para la elaboración de la línea base de las condiciones hidrobiológicas de estos ríos.
Esta es una experiencia que permite contar con una línea base (estudio del estado inicial de un ecosistema o su descripción detallada) para que la empresa, los órganos de monitoreo y fiscalización del Estado Peruano, puedan determinar el grado de impacto que se puede generar en el futuro, tanto por las actividades empresariales o de uso de los recursos en esta importante zona.
Al respecto, sostuvo que si todas las actividades petroleras, mineras o de obras de alto impacto, contaran con una línea base, sería muy fácil responsabilizar el nivel de impacto que se genera sobre los ecosistemas amazónicos y los conflictos se resolverían más fácilmente.
Indicó que si todas las empresas tomaran esta decisión de generar su línea base, los procesos de uso de los recursos y la identificación de los riesgos, permitiría con mayor aproximación, tomar las medidas de mitigación y reducción de riesgos ambientales, por el desarrollo de cualquiera de estas actividades; y si éstas se popularizaran, todos estarían informados de la real dimensión y de la decisión de aprobación o de desaprobación de un estudio.
“Las empresas serias no deberían temer de este instrumento y acciones de evaluación porque con esto reciben un ecosistema con los niveles de composición física, química y biológica conocida, y les permite aplicar tecnología de bajísimo riesgo conociendo estos parámetros; incluso les permitiría  determinar las fuentes de contaminación para identificar responsabilidades diferenciadas”, explicó.
En términos generales, la calidad de las aguas de los ríos Arabela, Curaray y Napo, se encuentran en condiciones adecuadas para el desarrollo de la vida acuática, de acuerdo a la legislación nacional vigente (Aguas de Categoría 4, Conservación del Ambiente Acuático, MINAM, 2008).
Asimismo, en lo que se refiere a la presencia de metales pesados (mercurio, cadmio, cobre, plomo, entre otros), aceites e hidrocarburos, los resultados determinados muestran que se encuentran por debajo de los niveles máximos permisibles en las tres cuencas evaluadas (en el caso del río Napo, se evaluó solo en la desembocadura del Curaray).
Desde el punto de vista pesquero, se ha observado buenos índices de diversidad y abundancia de peces, habiéndose identificado cerca de 250 especies que son aprovechadas por la población ribereña. Asimismo, se ha comprobado, a través del estudio de identificación molecular de larvas de peces, que estos ríos son lugares de desove de grandes bagres como el dorado y el saltón, que son especies de elevado valor comercial.
En resumen, las características físicas, químicas y biológicas que presentan las tres cuencas estudiadas indican que se encuentran en buen estado de conservación, y lo reportado como zonas de reproducción las convertirían en importantes bancos genéticos de peces no sólo de grandes bagres, sino de otras especies de importancia comercial y de conservación. (D.López)