- Expresa el Dr. César Ramal, jefe de infectología del hospital regional de Loreto.
Al reconocido profesional se le consultó sobre los síntomas que tienen las personas con altas concentraciones de mercurio en su organismo. Como está ocurriendo con habitantes del distrito del Alto Nanay, debido al consumo de peces contaminados con mercurio. Así lo demuestran los resultados del centro de investigación científica Amazónica (CINCIA).
“La molestia principal del mercurio en la sangre, es el déficit de la atención, déficit en las personas para el aprendizaje, las personas no llegan a entender, a razonar rápidamente o solucionar problemas.
Imagínense si así nomás ya somos una región con baja calidad en la educación y comprensión lectora, ahora que nos dan esas cifras con los resultados de alta concentración de mercurio en la sangre, todo esto se vuelve muy preocupante. Complejo.
Hace tiempo llegó acá (infectología) un paciente joven de esa zona donde siempre hay presencia de dragas ilegales que sacan oro y hay poco control pese a que hay autoridades que están embarcados en naves sobre los ríos y ven cuando entran o salen, qué llevan o que traen, pero no observan estas cosas.
El joven paciente era ido, desconectado, no razonaba bien, no comprendía, era lento en sus respuestas. Se vio la posibilidad de todas las enfermedades infecciosas, pero en los resultados no tenía ninguna.
Entonces, sus exámenes fueron enviados al Instituto Nacional de Salud. A su retorno, dieron positivo a mercurio en su sangre. El joven se fue al norte del país para no seguir contaminándose con la minería ilegal a la que había ingresado desde los 8 años”, narra Ramal.
¿Doctor y cómo se combate, porque ni modo que todas las personas abandonen su vida en la cuenca del Nanay para no seguir contaminándose?
-Así es. Lo primero que se debe hacer es parar la incorporación de ese elemento al cuerpo para que el daño no continúe. Se les debe retirar de ese daño a su organismo, deben salir de esa zona, pero eso es muy difícil por no decir imposible que todos abandonen su tierra.
Ahora se ha convertido en algo complicado y complejo la actividad que los llevó a esa situación. La extracción de oro no todos ellos se dedican a esa tarea ilegal, pero sí muchos para sobrevivir como el paciente joven. El salió a buscar otro trabajo en la ciudad, que por más horas que le demandará, recibía centavos en comparación a lo que recibía en el Nanay.
Las instituciones competentes deben articular acciones inmediatas para suprimir esa impregnación del mercurio en la sangre de los pobladores. Se les tiene que desintoxicar para que con el tiempo puedan recuperar sus habilidades perdidas. Frente a la cuenca del Nanay, hay una base de la Marina, pero en sus narices entran y salen los insumos para las dragas que contaminan la cuenca.
(Luz Marina Herrera Lama).





